Germán Pinto



Germán Pinto

Una de las medidas que ha trascendido, extraoficialmente hasta ahora, que formará parte de las medidas del pacto fiscal que está llevando adelante el ministerio de Hacienda, es una modificación del Código Tributario el cual radica en los tribunales tributarios y aduaneros la determinación de conductas elusivas por parte de los contribuyentes.

De las reservadas conversaciones que el ministro de Hacienda ha realizado con distintas organizaciones gremiales, de acuerdo con lo señalado por la prensa, ha trascendido que dentro de las 36 medidas para incentivar el crecimiento del país está la implementación de un “monotributo” cuyas características precisas desconozco porque, como he señalado, no hay información oficial más allá del número de propuestas (36 para el crecimiento, 18 para la eficiencia del Estado, 28 para la elusión y evasión…)

El ministro de Hacienda sigue con su encomiable empeño de conversar con muchas organizaciones para lograr un “pacto” fiscal, como si la potestad tributaria del estado estuviera supeditada a la voluntad de los contribuyentes de pagar impuestos.

Sinceramente, no entiendo al ministro de Hacienda y me llama mucho la atención los cambios de enfoque que tiene.

Pese a que las encuestas evidencien que el nuevo proceso constituyente no es atractivo para la mayoría de nuestro país, creo que es importante analizar sus disposiciones para votar con convicción en diciembre, motivo por el cual, he leído el texto poniendo atención a la materia que me compete y he concluido algunos aspectos que me parece oportuno compartir. 

Mal ha sido el desarrollo realizado para gestar una nueva reforma tributaria, pese a la declaración de buenas intenciones manifestadas al inicio de éste. 

Me causa mucha extrañeza el nuevo talante que está demostrando el ministro Mario Marcel en este nuevo proyecto de reforma tributaria al cual está empeñado, el cual ahora ha bautizado como “pacto fiscal”.

El gobierno está embarcado en una otra iniciativa legislativa para lograr una nueva reforma tributaria, luego del fracaso vivido en la Cámara de Diputados y Diputadas en marzo recién pasado, para lo cual realizó los “Diálogos sociales para un pacto fiscal”, en los cual participé, y que ahora vuelve al mismo ejercicio, pero con grupos de grandes y pequeños empresarios, como también realizando encuentros con los partidos de la oposición.

Diversas impresiones hubo por la Cuenta Pública que el presidente realizó el jueves pasado, señalando los logros, promesas y proyecciones que derivan de su primer año y medio de gobierno. Hubo impresiones variadas desde coherencia, insatisfacción y hasta de “liderazgo espiritual”.

En los Diálogos por un Pacto Fiscal que realizó el Ministerio de Hacienda y en los cuales participé como uno de los 6 representantes del CRUCH, se discutió enfáticamente que el objetivo de la futura reforma tributaria era aumentar la recaudación para que el Estado diera solución a las demandas sociales.