Germán Pinto



Germán Pinto

Me causa mucha extrañeza el nuevo talante que está demostrando el ministro Mario Marcel en este nuevo proyecto de reforma tributaria al cual está empeñado, el cual ahora ha bautizado como “pacto fiscal”.

El gobierno está embarcado en una otra iniciativa legislativa para lograr una nueva reforma tributaria, luego del fracaso vivido en la Cámara de Diputados y Diputadas en marzo recién pasado, para lo cual realizó los “Diálogos sociales para un pacto fiscal”, en los cual participé, y que ahora vuelve al mismo ejercicio, pero con grupos de grandes y pequeños empresarios, como también realizando encuentros con los partidos de la oposición.

Diversas impresiones hubo por la Cuenta Pública que el presidente realizó el jueves pasado, señalando los logros, promesas y proyecciones que derivan de su primer año y medio de gobierno. Hubo impresiones variadas desde coherencia, insatisfacción y hasta de “liderazgo espiritual”.

En los Diálogos por un Pacto Fiscal que realizó el Ministerio de Hacienda y en los cuales participé como uno de los 6 representantes del CRUCH, se discutió enfáticamente que el objetivo de la futura reforma tributaria era aumentar la recaudación para que el Estado diera solución a las demandas sociales.

Tal vez sea por el resultado de las elecciones del 7M que los políticos han cambiado el tono de sus discursos o han escuchado la opinión de distintos sectores que hemos señalado temas importantes para considerar en las políticas tributarias del país.

Es importante diseñar un sistema tributario que permita el desarrollo del país, entendido por tal, el nivel de ingresos suficiente que garantice el mayor bienestar social para toda la población. De ser ese el planteamiento, los tributos no deben inhibir la actividad comercial, industrial o de prestación de servicios de los sectores intermedios, sino por el contrario, debe ser una herramienta que los estimule.

La inversión extranjera es uno de los factores que ayudan al crecimiento de un país, permitiendo el ingreso de capitales que realicen proyectos que aumenta la productividad nacional. De esta forma, grandes inversionistas de países desarrollados evalúen las distintas economías considerando su estabilidad política, proyecciones de crecimiento y proyectos de inversión que sus gobiernos ofrecen.

Para conseguir tales propósitos es menester ocupar herramientas adecuadas y que garanticen el logro de los resultados esperados.

Durante este mes de abril se realizó un nuevo ejercicio de “diálogos tributarios” para generar “insumos” para una nueva iniciativa tributaria que logre un sistema impositivo eficiente para nuestro país. Este nuevo ejercicio tuvo características encomiables que bien vale la pena resaltar, aunque también es necesario mencionar que faltó la instancia para discutir si el sistema tributario debe encaminarse a recaudar más o apoyar el ahorro y la inversión privada.