Con mucho asombro recibí la noticia de que el señor Javier Etcheberry asumiría la dirección del Servicio de Impuestos Internos, porque era ver a un “clásico” que volvía a estar vigente en la contingencia tributaria.
Caracterizo como mucho respeto al señor Etcheberry como “clásico”, porque recuerdo cuando yo estudiaba el Magister en Planificación y Gestión Tributaria en la Universidad de Santiago en los años noventa y tenía como compañero a un alto dirigente de la Asociación de Fiscalizadores de Impuestos Internos, AFIICH, quien llegaba a clases comentando que había tenido reuniones con él, donde le había planteado las demandas de su organización, destacando el respeto con que era recibido y la seriedad con que tomaba y recogía las demandas que se planteaban.
Por otro lado, siempre he escuchado buenos comentarios de sus 12 años en la dirección del organismo fiscalizador, destacando el tremendo adelanto que significó el impulsar la declaración de renta por internet, la propuesta de las declaraciones, así también como favorables comentarios respecto a los importantes y eficientes cambios en el sujeto pasivo del IVA. En el campo judicial también tuvo un sobresaliente papel, pues con las herramientas vigentes en los años noventa, llevó a cabo emblemáticos juicios tributarios como el caso de Feliciano Palma con Lozapenco, el caso del “Cabro Carrera” y el tema de los contratos a futuros de Codelco. También tuvo importantes logros contra la evasión del impuesto a la renta al implementar procesos de fiscalización masivo que cruzaban la información de ingresos declarados con gastos efectuados, exigiendo la justificación de inversiones en distintos tipos de contribuyentes, tanto grandes, como medianos o pequeños.
Todos esos logros aún están vigentes y son reconocidos.
Sin embargo, no es el mismo Chile de los noventas al Chile de estos complicados años veinte, pues ahora tenemos una gran informalidad, tenemos serios problemas con el auge de bandas del crimen organizado y hay un debilitamiento de la autoridad en sus distintas dimensiones.
Hay un aspecto que me llama poderosamente la atención, pues un comentario recurrente respecto a la gestión del señor Etcheberry es que “sacaba a los fiscalizadores a la calle”, impulsando una acción constante en terreno, exigiendo que todos los fiscalizadores estuvieran lo mínimo posible en sus escritorios, para ir a fiscalizar el cumplimiento tributario en los locales de barrios y en centros comerciales tanto grandes como pequeños.
De estos años hay miles de anécdotas que los ex fiscalizadores comentan de estos verdaderos “operativos tributarios” que realizaban.
Es más, siempre escuché la opinión que la reforma tributaria de la ley 19.738 que estableció normas para combatir la evasión, había generado mayor recaudación, no por el alza de los impuestos, si no por el aumento en la dotación de fiscalizadores que fueron “sacados a la calle” para realizar su trabajo.
Este talante de los años noventa, muy propicio para esa realidad, ¿tendrá la misma eficiencia en estos años veintes?
Ahora hablamos de inteligencia artificial para realizar pronósticos en el comportamiento de los contribuyentes y así, anticipar situaciones evasivas; hay análisis realizados sobre la base de muchos datos, siendo el ejercicio de big data lo que “la lleva” en materia de fiscalización internacional; existe la “economía digital”, que borra las fronteras para la potestad tributaria de los países.
Así también, como una consecuencia de la pandemia, se ha masificado el “teletrabajo” y hemos visto como muchos fiscalizadores atienden por video llamadas, se “suben” los antecedentes a un expediente electrónico y se realizan fiscalizaciones “a distancia”, es decir, todo lo contrario, al estilo que hizo brillar la gestión del señor Etcheberry.
Sin embargo, estoy cierto que la experiencia del nuevo director nacional del SII dará buenos frutos porque la nueva tecnología no garantiza por sí sola el éxito en la obtención de buenos resultados, sino que es necesaria su aplicación de acuerdo con los criterios que la experiencia y el trabajo de muchos años en terreno aportan para lograr el éxito y resultados satisfactorios.
Prof. Germán R. Pinto Perry,
Director Programas de Especialización Tributaria,
Centro de Investigación y Estudios Tributarios,
Universidad de Santiago