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Germán Pinto |
Le pregunté a un amigo cómo consideraba la reforma tributaria que fue rechazada en la Cámara de Diputados y Diputadas el jueves pasada, a lo cual me respondió entonando la canción de Marc Anthony: era ¡mala, mala y cara!
La Ley 21.420 buscaba aumentar la recaudación a través de la eliminación de exenciones y aumentando la base tributaria de los impuestos como aplicar IVA a servicios que no estaban afectos, comenzando a tener efectos a contar del 1 de enero del presente año.
Ya ha pasado más de una semana del bullido episodio que la coalición de gobierno protagonizó por el royalty forestal que comenzó como una cándida alusión del presidente, pero luego se convirtió en una verdadera bola de nieve que terminó por frenar la ministra Tohá.
El Ministro de Hacienda ha manifestado su molestia cuando gremios, académicos y expertos han señalado su oposición a cambios tributarios que buscan aumentar la carga tributaria de los contribuyentes, cuando las normas ya están en vigencia, tal como ocurrió con la ley 21.420 que graba con IVA a todos los servicios, señalando que no se manifestaron tales reparos en la discusión de esa norma legal.
El 12 de enero recién pasado, fue publicada la Circular 5 del Servicio de Impuestos Internos (SII) que imparte instrucciones sobre el nuevo artículo 37 bis de la Ley sobre Impuestos a la Renta (LIR) incorporado por la Ley 21.420 que elimina exenciones tributarias.
Hace unas semanas fue publicada una entrevista del ex ministro de hacienda, don Ignacio Briones, donde manifestaba su apoyo a la norma que grava con IVA todos los servicios con el fin de recaudar más recursos para financiar la PGU, tal como lo hizo la Ley 21.420 y que he comentado profusamente estas últimas semanas.
Muchos problemas han generado la modificación del hecho gravado básico servicios que introdujo la Ley 21.420, cuya vigencia comenzó a partir de este 1ero de enero.
Sin duda que el legislador obró con buena intención al redactar la Ley 21.420 que buscaba incrementar la recaudación para mejorar la PGU, a través de eliminación de exenciones y aumentando las bases imponibles de determinados impuestos, como lo hizo con el caso del IVA que afecta a los servicios.
Sin el ánimo de aguar la Fiesta del Año Nuevo recién pasada, pero con el pragmatismo que nuestra legislación nos obliga, debo señalar que este primer lunes del año 2023 comienza con una mayor carga tributaria por distintos aspectos.
No sé si el “comité creativo” del Ministerio de Hacienda ponderó todas las complicaciones que ha generado la Ley 21.420 que busca aumentar la recaudación fiscal a través de la eliminación de exenciones y ampliar las bases tributarias del hecho gravado básico servicios respecto del IVA.