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Félix Pilay |
La provincia de Valencia - España, se vio sacudida por una tragedia que ha dejado hasta ahora más de 219 vidas perdidas, centenares desaparecidas e incuantificables pérdidas económicas, un saldo devastador que revela una serie de fallos en la gestión del riesgo y la planificación urbana frente al cambio climático. Este acontecimiento, resultado de una DANA que descargó lluvias torrenciales sobre la ciudad, en un momento, equivalentes a la cantidad de lluvia que cae en un año en una época cualquiera, este fenómeno no solo es un recordatorio de la vulnerabilidad de las naciones, sino también un grito de advertencia que no se puede ignorar.
A partir del 23 de septiembre de 2024, Ecuador enfrenta una gran crisis en su infraestructura eléctrica, lo que se ha manifestado a través de recurrentes apagones o corte de la energía eléctrica que están afectando tanto a la población como a la actividad económica del país. Estos cortes repetitivos de la luz eléctrica que han llegado desde 12 hasta 14 horas en diferentes horarios en todo el país. Este fenómeno además de ser un inconveniente diario, tienen repercusiones económicas profundas que merecen un análisis objetivo.
La noticia reportada por el Banco Central, de una contracción del 2,2% del Producto Interno Bruto (PIB) del Ecuador, en el segundo trimestre de 2024, ha generado preocupación entre analistas económicos, empresarios y ciudadanos. Este descenso no solo es un indicador frio de macroeconomía, sino que es un claro reflejo de la mala salud económica que enfrenta el país, lo cual se verá reflejado en el futuro inmediato en un desencadenamiento de una serie de efectos en múltiples sectores económicos y sociales.
Ecuador, es un país que históricamente ha gozado de abundantes recursos hídricos, lo que le ha permitido la generación de electricidad, hoy se enfrenta a un desafío altamente crítico: según reportes oficiales, se acusa a la sequía o falta de agua lluvias de haber puesto en jaque al sistema eléctrico nacional, conllevando una crisis que de manera repetitiva se ha venido gestando y que hoy amenaza tanto la estabilidad y desenvolvimiento de la economía, así como la calidad de vida del conjunto de sus ciudadanos, que miran con desesperanza su futuro.
América Latina, es una región altamente rica en recursos naturales, pero enfrenta un complejo entramado económico que varía significativamente de un país a otro. La producción, distribución y consumo de bienes y servicios en estos países reflejan escasos niveles de desarrollo. Para reforzar el análisis se examinará brevemente la dinámica económica de varios países de la región como: Brasil, México, Colombia, Perú, Ecuador, Chile y Uruguay.
La inequidad hace referencia a la falta de justicia, igualdad y participación en la distribución de recursos económicos, oportunidades y trato entre diferentes, lo que implica que la carencia de igualdad hace que todos no reciban el mismo trato a la hora de la distribución de los recursos. Por tanto, una sociedad con altos niveles de inequidad genera desventajas para ciertos grupos sociales, reconoce la existencia de diferencias en el acceso y las oportunidades y estas pueden ser influenciadas por factores estructurales, sociales y económicos.
La economía de Estados Unidos, para 2024, enfrenta una recesión que ha tendrá un considerable significado para las economías en América Latina, Estas acciones recesivas han estado marcadas por una aguda contracción del Producto Interno Bruto (PIB), un acelerado aumento de la tasa de desempleo y una disminución en los niveles de consumo de las familias y de igual manera la inversión privada, lo cual conlleva a profundas implicaciones para el futuro económico de la nación capitalista más desarrollada del mundo y en consecuencia para los países de la región latinoamericana.
La industrialización en la producción agrícola es definitivamente una estrategia decisiva para fortalecer la competitividad, sostenibilidad y rentabilidad en la economía campesina como la de Ecuador. Más aún cuando el país tiene una base histórica agrícola muy rica en diversidad y un enorme potencial que se traduce en millones de hectáreas de tierra altamente productivas, y que muchas veces no son cultivadas de manera apropiada, producto del abandono que sufren los productores por las entidades gubernamentales y por el gobierno central.
La inseguridad se encuentra presente en muchos países de América Latina, y afecta fundamentalmente la calidad de vida de sus ciudadanos y su desarrollo económico y social. Para este análisis se abordará la problemática de manera global y, de forma particular se analizará el comportamiento de la inseguridad en algunos países de la región, proporcionando de tal forma las experiencias y estrategias que las naciones han desarrollado para enfrentar este fenómeno social.
Ecuador, sin duda en los últimos años ha experimentado una especie de montaña rusa política que ha dejado huellas profundas en su estructura democrática y en la estabilidad institucional. En los últimos 24 años, ha transitado momentos de baratillos mercantiles de promesas y esperanzas a continuos episodios de profunda crisis y agitación política.