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Félix Pilay |
Quimsacocha es, en definitiva, el pulmón hídrico que da vida a los habitantes del Azuay, se encuentra ubicada en plena zona de páramo del Macizo del Cajas, en este lugar se origina o nacen los ríos esenciales para Cuenca y la región y entre ellos se cuenta el Tarqui, Tomebamba, Machangara, Norcay y el Yanuncay.
El extractivismo, para nada es un fenómeno nuevo. Desde la época de la colonia, nuestras tierras latinoamericanas y caribeñas han sido fuente de enormes riquezas de oro, plata, cobre, diamante y otros minerales, además de maderas, petróleo, gas y productos agrícolas codiciadas por las potencias extranjeras.
Japón, es un país reconocido como la tercera economía del mundo, mantiene una altísima producción y tiene además un Producto Interno Bruto, (PIB) per cápita que supera los 40.000 dólares, por mucho tiempo ha mantenido altos estándares de calidad y una población con hábitos de consumo sofisticados.
Según datos oficiales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se sostiene que América Latina y el Caribe en promedio presentan una tasa de homicidios de aproximadamente 25 por cada 100 000 habitante, lo que implicaría que casi se ha incrementado en tres veces el promedio global que es del 8 por 100 000.
Cuando de pronto la tierra se sacude con furia y el mundo conocido hasta entonces se desmorona como edificio de naipes en un abrir y cerrar de ojos, en este momento el alma humana revela su verdadera esencia. Bajo las ruinas del alma, narrada por Félix S. Pilay Toala, no es solo una novela tejida con los escombros del terremoto de 7,8 grados en la escala de richter del 16 de abril de 2016 que devastó Manabí, Esmeraldas y parte del Ecuador. Es una obra que se sostiene en los pilares invisibles del amor, la fe y la resiliencia. Una novela que no se lee: se vive, se siente, se llora.
La decisión del gobierno chino sin previo aviso, de cancelar todas las importaciones de soya desde los Estados Unidos, es un duro golpe a la economía norteamericana y particularmente a los productores y comercializadores agrícolas de este país, quienes fueron obligados al andar a redirigir las cadenas de suministros. Este movimiento considerado como estratégico, de fuerte carga simbólica y práctica, ha sido interpretado como una maniobra de presión geopolítica que va más allá de lo agrícola, está afectando de manera significativa, directamente la seguridad alimentaria planetaria, los precios globales de commodities y el equilibrio financiero internacional.
La reciente escalada en la guerra comercial que impulsa el presidente Donald Trump ha generado reacciones en cadena. El incremento de aranceles de manera generalizada en un 10% para casi todo el mundo, 20% para la Unión Europea, 24% para Japón, Vietnán 46%, India 26%, Corea del Sur 25% y un alarmante 34% que luego se transformó en 125% para China, plantea implicaciones para América Latina y el Caribe, que sentirán su impacto de manera indirecta pero significativa.
América Latina y el Caribe, han visto en los últimos años la incorporación agresiva de la inteligencia artificial (IA) absolutamente en todos y cada uno de los procesos de las actividades humanas. Esto implica el avance vertiginoso y sin retorno de la revolución tecnológica que se enfoca en la reconfiguración de los sectores productivos, las dinámicas laborales y las estructuras educativas de la región, y del planeta entero, al tiempo que plantea nuevos retos y oportunidades.
La denominada pobreza multidimensional afecta a millones de personas en todo el planeta y es un fenómeno que va más allá de la simple falta de ingresos. Por tanto, este concepto que se maneja para medir diferentes dimensiones de la pobreza, reconoce que la pobreza no solo se mide por la falta de dinero, sino por la ausencia de acceso a servicios esenciales para la calidad de vida de los humanos.
Al finalizar el 2024, América Latina y el Caribe se enfrentan a un desafío económico, marcado por un proceso lento de recuperación económica y por una creciente crisis económica global que ha golpeada la región. En este camino se evidencia que la política económica sigue siendo central en la gestión de estos desafíos, al mismo tiempo, las tensiones políticas, los cambios en la base productiva y las políticas sociales también jugarán un papel fundamental en el curso del 2025.