Impacto económico de apagones, breve análisis

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Félix Pilay

A partir del 23 de septiembre de 2024, Ecuador enfrenta una gran crisis en su infraestructura eléctrica, lo que se ha manifestado a través de recurrentes apagones o corte de la energía eléctrica que están afectando tanto a la población como a la actividad económica del país. Estos cortes repetitivos de la luz eléctrica que han llegado desde 12 hasta 14 horas en diferentes horarios en todo el país. Este fenómeno además de ser un inconveniente diario, tienen repercusiones económicas profundas que merecen un análisis objetivo.


Los apagones han generado pérdidas millonarias en diversos sectores de la economía ecuatoriana, por lo que se avizora una contundente interrupción en el crecimiento económico, que se evidencia con el comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB). Los cortes masivos de la energía eléctrica, ha llevado a la paralización de unidades productivas, causando una lluvia de despidos y de pérdidas en la producción y, por ende, en los ingresos. Según estimaciones de las Cámaras de Comercio, las pequeñas y medianas empresas (PYMES) han reportado una caída del 30% en su capacidad operativa durante los que va del período de los apagones.


Se evidencia objetivamente que uno de los sectores golpeados severamente por los apagones es el industrial. Es de conocimiento público que las fábricas de todo tipo dependen de un suministro eléctrico para mantener su nivel adecuado de producción. Por tanto, los cortes repetitivos de la luz no solo están generando enormes pérdidas en la producción, sino que también provocan un efecto dominó en la cadena de suministro. Las industrias, empresas y manufacturas, deben recurrir a generadores eléctricos costosos, con lo que se incrementan sus costos operativos, aumentan los costos finales del producto y reduce su competitividad.


Según estimaciones de experto, se ha establecido además que son los emprendimientos, las pequeñas y medianas empresas, (pymes) las más afectadas, ya que muchas de ellas no cuentan con los recursos necesarios para adquirir un generador, ya que una inversión de este tipo en la actual situación de crisis y de incertidumbre, alterarían definitivamente sus costos y complicaría aún más su situación económica ya que de por si, es calamitosa.


El comercio es otro de los sectores productivos que también sufre las consecuencias de los apagones. La interrupción del servicio eléctrico por largas e interminables horas, afecta las actividades operacionales de los negocios, disminuyendo significativamente sus ingresos. Además, lo más grave es que la falta de electricidad conduce a la pérdida de productos perecederos, lo que agrava la situación económica de los comerciantes. Esto se traduce en escases de productos y concomitantemente a la disminución del consumo y, por ende, en un freno al crecimiento económico de la nación.


Los apagones repetitivos tienen un impacto social considerable, aunque es un tanto difícil cuantificar en términos económicos, pero definitivamente la población enfrenta inconvenientes diarios que van desde la falta de acceso a servicios básicos, como agua potable y salud, hasta la imposibilidad de realizar actividades cotidianas. Esto genera un ambiente de descontento social que ya se ha traducido en protestas y una mayor presión sobre el gobernante de turno. En un contexto donde la economía se encuentra seriamente afectada, estos factores podrían obstaculizar el progreso si no son atendido de manera diligente.


Otro sector afectado es el agrícola que enfrenta retos similares al conjunto de la producción nacional. La falta de energía eléctrica golpea no solo la producción, sino también el almacenamiento y la distribución de productos agrícolas perecederos o de corta duración. Hasta el momento se ha reportado que esta situación ha generado pérdidas adicionales que se traducen en un aumento de los precios de los alimentos, afectando directamente al consumidor final y poniendo en serios peligros a la seguridad alimentaria en el país.


El turismo, otro sector vital para la economía ecuatoriana que se encuentra severamente golpeado y acumula pérdidas gigantescas. La percepción de inestabilidad y la falta de servicios básicos han desalentado la llegada de turistas, quienes frente al fenómeno de oscuridad se han visto en la necesidad de rescindir los contratos de hospedajes en los hoteles y de paquetes turísticos, al mismo tiempo los restaurantes que son un bastión del turismo, muchos permanecen cerrados y otros trabajan a medias para obtener ingresos, aunque sean pocos, muy necesarios para cubrir con sus obligaciones crediticias. Esta situación grave que atraviesa el turismo, conduce a una disminución en la generación de divisas.


Frente a la situación crítica que atraviesa el Ecuador, es urgente acciones inmediatas a corto como a largo plazo. A corto plazo, es fundamental que el gobierno ecuatoriano adopte medidas urgentes para mejorar la infraestructura eléctrica existente, Hidroeléctricas y termoeléctricas para garantizar un suministro estable, inversiones en energías renovables. Sin duda que la modernización de la red eléctrica son pasos necesarios para mitigar los apagones y asegurar la continuidad del crecimiento económico.


A largo plazo, es imperativo iniciar la diversificación de la matriz energética del país, aprovechando recursos como la energía solar y eólica. Esto no solo ayudará a reducir la dependencia de fuentes de energía tradicionales como las hidroeléctricas, que dependen de los caudales acuíferos que en ocasiones son escasos, sino que también contribuirá a la sostenibilidad ambiental y al desarrollo económico inclusivo.


Los apagones en Ecuador representan un impacto negativo, según información del Banco Central, Ecuador en el segundo trimestre de 2024 el PIB se contrajo en 2,2%, lo que equivale a más de 2600 millones de dólares de pérdidas, producto en gran parte de los apagones que se experimentó en abril de 2024.


En el tercer trimestre de este año, se estima según el presidente de la Cámara de Industrias de Guayaquil, que por cada hora de apagón el Ecuador pierde 12 millones de dólares, si estimamos que tenemos apagones en promedio de 10 horas diarias, implicaría que las perdidas suman más de 120 millones de dólares diarios y si a estos los multiplicamos por un mes de apagones que llevamos hasta el momento, las perdidas serían cuantiosas. más de 3.600 millones de dólares. con lo cual el crecimiento económico de Ecuador medido por el PIB, para 2024, se contraería en -2%, lo cual, representaría un certero golpe a la ya de por sí, devastada economía.


Félix S. Pilay Toala

Profesor Universitario

Analista económico y político

Doctor, Economista, Magister en Administración Pública.

Presidente, RED ICALC, (Red de Investigadores Científicos de América Latina y el Caribe)

Pilayfelix071@gmail.com 

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