​¿Están las tareas de las empresas chilenas automatizadas en un 42%?

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Alfredo barriga 2

Me ha llamado la atención una encuesta realizada por el Consejo Talento Futuro respecto del uso de Inteligencia Artificial (IA), encriptación, realidad virtual y robótica, en la automatización de tareas dentro de las empresas (Encuesta Futuro del Trabajo 2023). Si bien la muestra es de solo 74 empresas, desde el lado de la oferta tengo que decir que no he visto que en las empresas de Chile el 42% de las tareas ya esté automatizadas – ni de lejos.


La automatización de tareas se puede llevar a cabo usando como herramientas los BPM (Business Process Management), RPA (Robotized Process Automation), la IA, y la robótica. No tengo estadísticas a mano, pero no he visto, de las conversaciones que tenemos dentro de la industria de tecnologías digitales, que se haya comentado acerca de un “boom” en la venta de ese tipo de herramientas.


Creo que el grado de madurez del mercado de aplicaciones para la automatización de procesos está aún verde en Chile, y que hay cierta confusión en los gerentes y directivos acerca de este tema. No es que no haya empresas automatizadas, pero los que conozco se cuentan con los dedos de la mano. La prueba de la blancura es, para un proceso cualquiera, que éste se lleva a cabo por sistemas digitales o electrónicos (o una mezcla e ambos, como es el caso de la robótica) sin intervención humana – o con una intervención humana mínima. Que se automaticen tareas dentro de un proceso no supone que se automatice el proceso, y es a eso a lo que apuntan el uso de IA generativa (GEN IA), RPA, BPM y robótica.


En todo caso, es positivo e ilusiona que al menos esté en la agenda corporativa como algo de suma importancia. Creo que a cualquier directivo le queda claro que los procesos automáticos aumentan significativamente la productividad de la empresa, lo cual a su vez mejora significativamente su competitividad. Y se están topando continuamente con artículos sobre el tema en las principales publicaciones económicas locales e internacionales. Como dice el dicho “cuando el río suena, piedras lleva”.


La verdadera revolución de la GenIA viene ahora con los desarrollos de “agentes” basados en IA generativa. En un artículo de Mc Kinsey del 24 de Julio (Why agents are the next frontier of generative AI), se explica muy bien la diferencia entre lo que hay hoy y lo que se está gestando. Los “agentes” son sistemas que pueden interactuar independientemente en un entorno dinámico, por ejemplo, sobre la base de reglas de negocio. Pero requieren de laboriosos programas o entrenamiento de modelos de machine learning muy sofisticados. Incorporando Gen IA pueden adaptarse a escenarios diferentes de la misma forma en que programas como ChatGPT puede responder a preguntas en las que no ha sido entrenado previamente. Pueden usar lenguaje natural en vez de código de programación para llevar a cabo un flujo de trabajo complejo, descomponiendo el proceso en tareas que se llevarían a cabo usando diversas herramientas digitales, para mejorar la calidad y agilidad de sus acciones. Aquí estamos hablando propiamente de automatización. Pero aún no está en el mercado masivo.


Desconozco la metodología usada en el estudio para afirmar que un 42% de las tareas están automatizadas, pero basado en mi experiencia y en lo leído en medios que saben más, creo que no hay tal en Chile. En Estados Unidos, una encuesta llevada a cabo con los mismos objetivos decía que el grado de automatización masiva de procesos en las empresas de ese país está alrededor del 11%. Ni siquiera aplicando el principio de Pareto (por el cual el 20% de los procesos abarcarían el 80% de las tareas), daría ese 42%.


Con todo, reafirmo mi optimismo por el solo hecho de que se haya hecho la encuesta y haya dado esos resultados, que reflejan – mas que lo que realmente hay – el propósito de las empresas de avanzar en la incorporación de IA en la automatización de procesos.


Una última observación, también positiva: el estudio lo que buscaba es determinar qué tipo de competencias y habilidades es necesario desarrollar para vivir en un entorno automatizado; cuáles perfiles de trabajo desaparecerán, y qué políticas públicas de debe adoptar para que el impacto sobre el trabajo sea positivo. Aplaudo que se esté tomando en serio este tema, y desde mi humilde columna los animo a poner más ahínco en empujar este carro.


Alfredo Barriga Cifuentes,

Profesor UDP

europapress