Sr. Director,
A un año de la entrada en vigencia de la Ley Karin, las 44.212 denuncias registradas por la Dirección del Trabajo —87 % por acoso laboral y dos tercios presentadas por mujeres— evidencian un cambio en la forma en que se enfrentan estas situaciones. La normativa abrió un canal de visibilidad y acción, instalando la urgencia de construir entornos laborales más seguros. El desafío ahora es cerrar la brecha entre grandes empresas, donde un 91 % de trabajadores cuenta con protocolos y capacitación, y microempresas, donde solo un 45 % accede a estas herramientas. Llevar buenas prácticas a todas las escalas exige formación continua, acompañamiento y recursos adaptados.
El impacto de la Ley Karin se consolidará cuando los liderazgos integren la prevención como parte de su gestión diaria. Capacitación sostenida, protocolos eficaces y coherencia en las acciones fortalecen el clima laboral, impulsan la productividad y protegen el talento. Este segundo año es la oportunidad para avanzar hacia una transformación cultural que convierta el respeto en un valor cotidiano y estratégico para las organizaciones chilenas.
Karla Pérez Varas,
Gerenta de Formación,
BDO Capacitaciones y Desarrollo