Informe Macroeconómico Coyuntural, octubre/noviembre 2023

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Victor Salas

En la coyuntura macroeconómica de Chile a octubre/noviembre 2023, se observa que volvemos, lentamente, hacia los equilibrios macroeconómicos, pero aún no llegamos.


Los precios en Chile han seguido ajustándose a la baja, convergiendo algo más lentamente al rango meta que determina el BCCh, aunque aún no existe certeza de que este ajuste se mantenga en profundidad y más bien, la inflación parece estar “estacionándose” alrededor del 5% anual, aunque un buen indicio es que el IPC SAE, en octubre disminuyó a 4,8%, por debajo del índice general, mostrando que la oferta de bienes y servicios con demanda más sensible a variaciones de los precios se está estabilizando. El IMACEC de septiembre presentó una variación de 0,0% con respecto al mismo mes del año 2022, ello ocurrió por el crecimiento de la minería (6,3%), que fue compensado por caídas de los servicios (-1,0%),

el comercio (-5,1%) y la industria (-1,0%). La perspectiva del IMACEC de octubre, sin embargo, son negativas. En la actividad productiva seguimos estancados y sin recuperación visible, por lo que terminaremos el año 2023 con signos negativos en el PIB, del orden de -0,2%.


Lo grave en este caso es que, en 2024, apenas nos recuperaremos, donde se espera una tasa de 1,5% anualizada, lo que será acompañado por tasas de desempleo altas, alrededor del 9%. La capacidad del mercado laboral de crear empleos muestra, claramente, que la tendencia va en caída y que la capacidad se acerca a los promedios históricos. Se observa muy atrás el sobrecalentamiento de fines del 2020 y en la actualidad se ven señales de una clara situación de estancamiento y fragilidad de este mercado. En septiembre se crearon 11 mil nuevos empleos, que de manera trimestral es casi nulo con los destruidos el mes pasado. Un punto positivo es que la tasa de desempleo desestacionalizada dejó de aumentar, lo que indica la existencia de mayor certidumbre en el contexto local para los hogares y empresas, ya que, la creación se está haciendo independiente de la coyuntura local y externa y la evolución mes a mes está siendo más estable y sostenida, aunque la tasa de desempleo se ha estacionado alrededor del 9%.


Se sigue controlando la inflación con cada vez más cautela. En la reunión de política monetaria del 26 de octubre pasado, el Banco Central bajó la TPM en solo 50 puntos base llevando la tasa a 9%. A la vez, entre el 1 de octubre y el 21 de noviembre el dólar ha estado experimentando fuertes alzas, alcanzando el valor máximo del año el 18 de octubre ($945,61), debido a la agitación de los mercados financieros por el contexto geopolítico internacional, en particular el conflicto bélico desatado entre Israel y el grupo terrorista Hamas, a lo que se suma también el dato de inflación de septiembre en EE. UU que registró un aumento de 0,4% mensual y se redujo en octubre. El alto precio del dólar en octubre pasado ha provocado que el Banco Central de Chile congele el programa de acumulación de reservas que había comenzado en junio, en que alcanzó a comprar US$ 3.680 millones. A partir de ese hecho ha mostrado una alta volatilidad, que ha sido la característica del tipo de cambio en este tiempo, lo que se asocia con factores internacionales (conflictos bélicos que impactan los precios de la energía y los commodities, inflación de países desarrollados que no declina fácilmente, poco dinamismo productivo de China que afecta la demanda mundial, entre otros) y con expectativas internas que también afectan a este mercado.


En cuanto a la conducción de la Política Monetaria, tras la reunión de octubre, la TPM quedó ubicada en 9% y se siembra incertidumbre respecto de si se podrá llegar a una tasa de 7,75% o 8% a fin de año (IPOM septiembre), ya que, solo resta una RPM (19/12), y no hay espacio para bajar 100 o sobre 100 puntos base la tasa de referencia. Esto porque el mismo Banco Central ha comunicado que es poco probable una baja de 1% o más durante el segundo semestre, y por otro, porque el escenario que se ha estado enfrentando presentó variaciones inesperadas respecto a lo proyectado en el IPOM de septiembre, que si bien, aún se encuentra dentro del escenario del corredor de la TPM, se acerca más al límite superior del corredor, lo que significa una ralentización en la convergencia del IPC a su punto meta (3%) a dos años y un mantenimiento más prolongado de las tasas de interés en niveles altos.


En la política monetaria, la cautela del Central hace prever que no bajará fuertemente la TPM, desde 9% en que está y, entonces, continuará presionando a la baja a los precios, como primera prioridad de política económica.


El Conversatorio de Política Económica del Departamento de Economía, USACH, espera que la baja de tasas de política monetaria por parte del Banco Central se complemente con medidas procrecimiento por parte del Gobierno, concretados, en lo inmediato, en el presupuesto nacional para el próximo año 2024, como, en lo que sea factible, en acuerdos sobre la reforma tributaria (pacto fiscal). 


En política Fiscal, se observa que el Gobierno llegará a fin de año con el gasto controlado, con déficit fiscales bajos (efectivo en -2,3% y estructural en -2,6%), entonces, se puede afirmar que ha mantenido una política fiscal con mínimas expansiones, colaborando en el proceso de control de la inflación. El Informe de Finanzas Públicas (IFP) del tercer trimestre de 2023 proyecta que el gasto del Gobierno Central a fin de año alcanzará $71.669.058 millones, monto que es mayor en $875.311 al proyectado en el IFP del segundo trimestre, y que se explica por el aumento del gasto en el contexto de las lluvias que afectaron la zona centro sur en agosto, el financiamiento de los Juegos Panamericanos y el gasto en intereses.


En el mediano plazo, la economía chilena sigue en su proceso de ajuste luego de los fuertes desequilibrios provocados por el shock de la pandemia (fuerte reducción del IMACEC, -15,3% mayo20) y también los provocados en el periodo de reactivación de 2021 (fuerte aumento del IMACEC, 20,1% junio21), que originó un lento avance de la economía en 2022 (-2,5% en noviembre) y 2023 (-0,3% en septiembre). Mientras, la inflación que llegó a 14,1% en agosto 2022 se está ajustando lentamente, desde agosto 2023 (5,3%) hasta 5,0% en octubre. Y, la tasa de desempleo escala de 7,8% promedio en 2022 a 8,9% en 2023.


Las proyecciones recientes, estiman que en el año 2024 la economía chilena solo alcanzaría un crecimiento del PIB del orden del 1,5%, ello pese a las políticas económicas contractivas (Monetaria y Fiscal) aplicadas en 2022 y 2023, lo que además será concordante con las inestables condiciones internacionales. Para 2024 se estima que se podría alcanzar un IPC más estable y cercano a su rango meta, pero será en 2025 que se ajuste la TPM y las tasas de interés podrían buscar su normalización en niveles óptimos, permitiendo con ellos iniciar impulsos inversores y de la demanda interna y el empleo. Es por ello que la reactivación solo es pronosticada para el año 2025 en que seguramente nuestros principales

socios comerciales (China y USA) tendrán mejores rendimientos.



Víctor Salas Opazo y Equipo

Conversatorio de Política Económica

Departamento de Economía, USACH

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