Desnutrición en América Latina y el Caribe

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Felix Pilay

Un promedio de 131,3 millones de habitantes en América Latina y el Caribe no ha podido costearse una dieta saludable, según informe de las Naciones Unidas a inicio de 2023, lo que implica que estas personas han experimentado una mala alimentación. La nutrición hace referencias a la ingesta de alimentos equilibrada y saludable en la vida de un niño en su primera infancia hasta una edad de 5 años. Es en esta etapa el momento en el cual todos los nutrientes que recibe el cuerpo del infante son los que les permitirá tener una vida sana en su desarrollo hasta la adultez.


Mucho se ha hablado por parte de los gobernantes de turno, que hacen ingentes esfuerzos económicos para combatir la desnutrición crónica infantil y buscar mecanismos para nutrir a los bebes de manera adecuada, es importante evidenciar que estos esfuerzos se focalizan a los niños que se encuentran fuera del vientre de su progenitora, pero poca atención o casi nada, se le da al niño en gestación, ya que en realidad es en este punto que una buena nutrición a la madre que lleva en su vientre al feto debe ser completa y diversificada.


Entendidos en la materia sostienen que la desnutrición infantil debe ser combatida desde el vientre de la madre y continúa en su crecimiento, con una alimentación en calidad y cantidad adecuada, lo que implica que no se necesita consumir cantidades elevadas ni cualquier alimento sino los necesarios para alcanzar el desarrollo tanto físico como intelectual del infante, los nutrientes más aconsejables son: Vitaminas, proteínas, carbohidratos, grasas, minerales y agua segura.


Tener el conocimiento sobre los productos que contienen los alimentos para garantizar una buena nutrición es fundamental, pero también, más allá del conocimiento que se tenga, es necesario los recursos o ingresos económicos con los que cuenta la familia para acceder a los productos, esta realidad es visible en los sectores vulnerables de la sociedad ecuatoriana concentradas en los suburbios y la ruralidad, se sabe que un gran porcentaje sobrevive con menos de un dólar diario.


La falta de recursos económicos es decisiva a la hora de buscar acceso a una dieta saludable y balanceada, se ha evidenciado que en toda América Latina la escasez de fuentes de empleo en el mercado laboral es constante, en casi todos los países de la región, acceder a una fuente de trabajo es una tarea altamente complicada, lo que de suyo se convierte en un indicador socioeconómico determinante, a la hora de acceder a una efectiva alimentación con alto grado de nutrición.


En el Ecuador la desnutrición crónica infantil en promedio a nivel país, según el Instituto de Estadísticas y Censo (INEC) afectaría a más del 27% de los niños menores de 2 años, implica que de cada 100 infantes 27 tendrían desnutrición crónica, lo que de suyo afectará su crecimiento y la producción nacional. Expertos señalan que la “desnutrición es una fábrica para crear pobreza”. Un niño desnutrido tiene problema de aprendizaje, sobrepeso, obesidad y en su etapa adulta sufre complicaciones de hipertensión o diabetes, además dificultades para desarrollarse en el mercado laboral.


Se ha determinado que en el Ecuador la desnutrición crónica infantil es el mayor problema en salud pública que experimenta, sobre todo en los sectores rurales de la costa, sierra y la Amazonía, se estima que existen poblaciones en la sierra, caso comunidades de la provincia de Chimborazo en donde alcanzaría el 40% de niños menores de 5 años que padecen de una decadente nutrición lo que implica que de cada 10 niños 4 sufren de desnutrición.


El panorama socioeconómico que se presenta para el Ecuador no es nada alentador, pues las altas tasas de desnutrición crónica en niños y niñas menores de 5 años, lo ubican en el segundo país más desigual de América Latina y el Caribe que experimenta el mayor porcentaje de este problema de salud pública y de inseguridad alimentaria, después de Guatemala.


Guatemala se ubica como el país número uno en América Latina y el Caribe y sexto en el mundo, en casos de desnutrición crónica en niños y niñas menores de 5 años y según un estudio de la UNICEF el porcentaje de infantes que sufren este mal producido por las desigualdades sociales y de la pobreza es del 49,8 %, lo que equivaldría que de cada 2 niños 1 sufriría de desnutrición crónica.


El fenómeno de la desnutrición crónica infantil, producto de una desequilibrada dieta alimenticia afecta en diferentes niveles a todo el continente, según el informe de las Naciones Unidas Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional 2022, en el que se sostiene que “el 22,5% de la población de América Latina no cuenta con los medios suficientes para acceder a una dieta saludable” y en el Caribe la situación se vuelve más alarmante, se asegura que el 52% de los pobladores son afectados por este fenómeno de desigualdad social.


Frente a esta realidad la tarea que tienen por delante los gobiernos de América Latina y el Caribe es desarrollar políticas públicas adecuadas que permita dentro del presupuesto anual, liberar de manera planificada recursos económicos para garantizar que los niños y niñas menores de cinco años puedan acceder una alimentación nutritiva y con ello garantizar un crecimiento sanos y que los convierta en seres humanos altamente productivos.


Prof. Félix S. Pilay Toala

Doctor. Economista, Magister en Administración Pública.

Presidente, RED ICALC, (Red de Investigadores Científicos de América Latina y el Caribe)

Pilayfelix071@gmail.com

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