|   | Alfredo Barriga | 
Este viernes 17 de noviembre el Directorio de Open IA – desarrollador de Chat GPT – despidió al CEO y fundador de la empresa, Sam Altman. La causa no es muy clara. Al parecer estaba yendo muy rápido en el desarrollo del producto para el gusto del directorio, en el cual, curiosamente, el accionista más grande de la empresa – Microsoft – no tenía participación.
El directorio nombró nueva CEO a Mira Murati, la CTO (Chief Tecnological Officer).
Creo que en los más de 40 años que llevo metido en el mundo de la tecnología jamás había asistido a un fenómeno mediático tan grande como el que ha traído la Inteligencia Artificial (IA), y este último año – desde que se lanzó Chat GPT - ha sido explosivo. El último hito ha sido la “Declaración de Bletchey”, lanzada el primero de noviembre en la primera cumbre mundial sobre inteligencia artificial, celebrada en el Reino Unido con la participación de 27 países y la Unión Europea.
El BID ha aprobado un crédito al Estado de Chile de cien millones de dólares para acelerar la transformación digital del Estado. Es una excelente noticia y oportunidad, que esperamos no se malogre, ya que va en la dirección correcta de la modernización del Estado, que se ha ido desarrollando a paso de carreta de bueyes en los últimos años.
Es un dato para la causa que hoy todos los contenidos educacionales están en Internet. Y es otro dato que no todos son buenos o son los mejores para determinados objetivos de aprendizaje dentro del contexto que se plantea una estructura educacional.
Mi mandíbula se abrió hasta tocar la mesa, como en los monos animados, cuando leí la noticia de que hace solo un mes atrás un Juez colombiano dictó la primera sentencia pronunciada con el auxilio de Chat GPT, herramienta digital basada en Inteligencia Artificial (IA), que fue lanzado recién en noviembre del año pasado.
Desde que se inventaron, cada cierto tiempo el mundo de las criptomonedas hace noticia. Bien sea porque alcanzan niveles de precio absurdos o porque caen estrepitosamente. Ahora estamos ante uno de estos eventos: la estrepitosa caída de FTX, rompiendo el récord histórico de todos los mercados financieros de todos los tiempos, al perder un 94% de su valor en un día (fuente: The Economist)
La pandemia nos obligó a los profesores de enseñanza superior a reinventar los métodos de enseñanza. Un primer cambio de paradigma fue que intentamos dejar de enseñar desde la cátedra y para cambiar hacia el aprendizaje del alumno. Es decir, en vez de “el profesor-enseñador” tuvimos que crear “el alumno-aprendedor”.
¿Cuál sería el Producto Geográfico Bruto de Chile si todos trabajaran en lo que más les gusta y en lo que mejor capacitados están? ¿No sería realmente un país maravilloso para vivir? Un país donde las personas podrían realizarse profesionalmente, y aportar al engrandecimiento de la sociedad en la que viven dando lo mejor de sí mismos.
Hace 15 años, Sir Ken Robinson, en una conferencia TED (“Schools kill creatitity”, 2006) decía que “los niños que hoy entren a prekínder, cuando salgan a buscar trabajo, será para puestos de trabajo que hoy no existen, usando tecnologías que no se han inventado, para resolver problemas que no tenemos ni idea cuales serán”. El plazo se ha cumplido. ¿Se han cumplido las proyecciones?
El título no se refiere al nuevo negocio de viajes al espacio, donde compiten Elon Musk, Jeff Bezos y Richard Branson. Se trata de algo que ya tiene décadas de vida, cuyo origen (y desarrollo hasta hace muy poco) estuvo concentrado en un país, y que está comenzando su edad de oro. Me refiero al Capital de Riesgo (Venture Capital o VC por sus siglas en inglés).