Chile no está liderando la Inteligencia Artificial en América Latina

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Alfredo barriga 2



La CAF acaba de lanzar una “Guía Práctica” para el Diseño de Políticas Públicas de Inteligencia Artificial (IA) y el desarrollo de habilitadores para su implementación en América Latina y el Caribe. Es una Guía muy completa, y es un desafío condensar en una columna la esencia de lo que allí se escribe.


Puede descargarse desde https://scioteca.caf.com/handle/123456789/2241


Una cosa que me llamó la atención es que ponen varios países como ejemplo de América Latina y el Caribe en diversos aspectos, y Chile no está en la lista. Resaltan el marco institucional de Uruguay y la República Dominicana, el marco regulatorio de Brasil, así como lo hecho en ética de inteligencia artificial en Jalisco, México y Vicente López, Argentina.


La guía de la CAF enumera una verdadera lista de aplicaciones de IA que “mueven la aguja” a nivel macro y microeconómico: predicción y mitigación de desastres naturales, optimización del consumo de energía, monitoreo y conservación de ecosistemas, gestión del agua, transporte inteligente en el ámbito de las políticas verdes... Para la recaudación de impuestos, la IA tiene la capacidad de apoyar modelos predictivos de riesgos, la detección de evasión, el incremento de la recaudación y presupuestos públicos, la automatización de procesos fiscales y la personalización de atención a los contribuyentes. En materia logística puede ayudar a la optimización de rutas y distribución, la gestión de inventarios y pronóstico de la demanda, trazabilidad, mantenimiento predictivo y optimización de carga. En lo referente al desarrollo de talento, la IA permitiría abrir nuevos mercados de productos y servicios desde y para el mercado latinoamericano, mejorar las plataformas de reclutamiento, desarrollar habilidades tecnológicas y potenciar el nacimiento de emprendimientos digitales en todos los sectores. En tanto, en lo que refiere a infraestructura digital de América Latina y el Caribe, puede convertirse en un polo de centros de computación de alto nivel que soporte tecnología avanzada y cree empleos con alta productividad y valor agregado, al tiempo que apoya el fortalecimiento geoestratégico de la región, cuidando la privacidad de los datos e incrementando la seguridad de infraestructuras críticas para nuestra sociedad.  


Y esos son, según la CAF “tan solo unos pocos ejemplos”, lo cual dimensiona la proporción del impacto y de las oportunidades que entrega la inteligencia artificial.


En Chile lo que he visto es que en muchas empresas consideran que ya están en la IA porque usan ChatGPT. Eso es un error. La inteligencia artificial generativa (GenIA) ya superó la etapa del ChatGPT. Es decir, una empresa donde los trabajadores usan ChatGPT no es considerada una empresa que ha adoptado la IA. Para estar en esa categoría hay que estar utilizándola en procesos complejos y en la solución de problemas. Y no como plan piloto, sino con un impacto masivo. Cortado con ese patrón, un informe de Mc Kinsey (“Moving Past GenAI’s Honeymoon Phase”) establece que apenas un 11% de las empresas en USA han dado el salto en un uso apropiado y masivo de la IA generativa.


Aún queda mucho por avanzar en IA en Chile, y nos estamos quedando atrás, aunque pensemos que no y nos felicitemos por cada aplicación que desarrollamos como si fuese un “killer app”.


No lo es. Recomiendo la lectura de la guía de la CAF, y la elaboración de un Plan Estratégico a nivel de Gerencia General en las empresas. Si esto queda confinado en las gerencias de informática, no moverá la aguja.


Alfredo Barriga Cifuentes

Profesor UDP

Autor “Futuro Presente: como la nueva revolución digital afectará mi vida”, publicado en Amazon


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