Las transformaciones digitales y de IA están en todas partes. Casi todas las empresas han hecho, están haciendo o planean hacer uno. Pero ¿cómo hacer para que los cambios se mantengan? Según Eric Lamarre, partner de Mc Kinsey, escalando los proyectos. El principal problema que tienen los líderes en las empresas es que los proyectos de transformación digital y de inteligencia artificial no mueven la aguja, porque eso no sucede con planes piloto o con proyectos limitados, que es lo que comúnmente se hace, sino con proyectos a gran escala. Y hacer proyectos tecnológicos a gran escala no es un problema tecnológico, sino un problema de talento y de datos. Las habilidades más importantes no son las de un experto tecnológico sino las de un experto de negocios que comprende lo suficiente de tecnología para resolver los problemas.
Lo primero por lo tanto es partir por el problema, y no por la tecnología. Cuando todo comienza definiendo el problema, generalmente hay un buen final porque el problema eventualmente se relaciona con servir mejor a los clientes y entregar más valor a la empresa. Cuando los líderes empresariales dicen: "Ese es el problema que quiero resolver con la tecnología", resulta más fácil desarrollar la hoja de ruta tecnológica para resolver ese problema y encontrar la(s) tecnología(s) y su aplicación.
De igual forma que esta es la manera correcta de resolver un problema usando tecnologías, también se puede establecer una estrategia de transformación digital con la misma lógica. ¿Cuál es la estrategia de negocios? ¿Cómo pueden las tecnologías apoyarla? ¿Cómo pueden mejorarla? ¿Cómo, mediante el uso de tecnologías digitales se puede dar más y mejor por menos a los clientes? ¿Cómo se puede competir con las empresas Tech?
Mc. Kinsey ha identificado que en muchos casos las empresas lo hacen al revés: buscan un problema para usar tecnología. Ha pasado últimamente con la inteligencia artificial generativa, que se ha puesto tan de moda que los líderes empresariales quieren a toda costa usarla en sus organizaciones, convirtiéndolas al final – según señala con humor Mc. Kinsey – en una tecnología en busca de problemas que resolver.
La aplicación de tecnologías para la solución de problemas ataca siempre bolsas de valor, que suponen optimizar recursos, mejorar ingresos, reducir costos. Cuando no se captura el valor como se había previsto, generalmente es debido a errores de tipo operacional. Por ejemplo, a una aerolínea le desarrollaron un sistema de predicción de pasajeros sin maleta en cada vuelo, para saber cuánto se podía vender de carga por el espacio generado. Al examinar los resultados, no se estaban cumpliendo las estimaciones de mayor carga. La razón no estaba en el algoritmo, sino en que no se estaba paletizando bien la carga: un tema operacional.
Para que una organización trabaje de esta forma Mc Kinsey propone un modelo al que llama TIC distribuida, por la cual cada área de la empresa se encarga de buscar formas innovadoras de resolver los problemas, y el área de TIC asume el rol de proveedor interno que entrega plataformas, capacita y da soporte a las demás áreas. La innovación tecnológica ya no es una función exclusiva del área de tecnologías de la información (TIC), sino de toda la empresa. Con ello se consigue una verdadera transformación digital, en la cual cada área de la empresa agrega valor a través de proyectos que usan TIC, y ese uso pasa a ser escalable y permanente.
Alfredo Barriga Cifuentes
Consultor en Transformación Digital
Profesor UDP