​Amnistía denuncia el uso de bombas de racimo en los ataques de Irán contra Israel: "Jamás deben usarse"

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AI recuerda que el uso de este armamento constituye "una flagrante violación" del Derecho Humanitario

MADRID, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -

La ONG Amnistía Internacional (AI) ha denunciado este jueves el uso de bombas de racimo en los ataques lanzados por las Fuerzas Armadas de Irán contra Israel a finales de junio durante la denominada 'Guerra de los Doce Días', recordando que el uso deliberado de este armamento constituye "una flagrante violación" del Derecho Humanitario.


"Las bombas de racimo son armas de efecto intrínsecamente indiscriminado que jamás deben usarse. Al usar este tipo de armas en zonas residenciales densamente pobladas o en sus cercanías, las fuerzas iraníes pusieron en peligro vidas civiles y demostraron un claro desprecio por el Derecho Humanitario", ha afirmado la directora general de Investigación, Incidencia, Políticas y Campañas de AI, Erika Guevara Rosas.


En este sentido, ha hecho hincapié en que la población civil, especialmente niños y niñas, "es la que corre más peligro de resultar herida o morir debido a submuniciones sin detonar", mientras que ha remarcado que el Derecho Humanitario prohíbe el uso de armas con efectos intrínsecamente indiscriminados y que el lanzamiento de ataques indiscriminados que maten o hieran a civiles constituye un crimen de guerra.


Amnistía, que ha analizado fotos y vídeos de al menos tres ataques, ha explicado que varios misiles balísticos iraníes cargados con bombas de racimo impactaron el 19 de junio en el área metropolitana de Gush Dan, a las afueras de Tel Aviv.

En otro ataque registrado un día después en Beerseba (sur), los proyectiles alcanzaron una escuela y una cancha de baloncesto, mientras que el 22 de junio las bombas de racimo también impactaron en un área residencial de Rishon LeZion, una ciudad al sur de Tel Aviv. Las autoridades israelíes no informaron de víctimas, aunque los artefactos explosivos causaron numerosos daños.


Las ojivas dispersaron su carga explosiva en varios kilómetros a la redonda y sus submuniciones se diseminaron por un área muy amplia. Debido a los elevados índices de "fallo" de estos sistemas, grandes áreas quedan contaminadas con municiones sin detonar que pueden seguir siendo letales años después de que termine un conflicto, alerta la ONG.


La Convención sobre Municiones en Racimo, que entró en vigor el 1 de agosto de 2010, prohíbe el uso, la fabricación, el almacenamiento y la transferencia de este tipo de municiones. AI ha pedido a todos los Estados que no se han adherido a la Convención, incluidos Irán e Israel, que se adhieran al pacto y acaten estrictamente sus términos.


El 13 de junio Israel lanzó una ofensiva militar contra el país centroasiático --que respondió lanzando cientos de misiles y drones contra territorio israelí--, a la que se sumó el 22 de junio Estados Unidos con una serie de bombardeos contra tres instalaciones nucleares de Irán --las de Fordo, Natanz e Isfahán--, si bien desde el 24 de junio hay un alto el fuego en vigor. Más de un millar de personas murieron en Irán y 30 fallecieron en suelo israelí.


Israel afirmó que el objetivo de su ofensiva era hacer frente al supuesto programa de armamento nuclear de Teherán, en unos ataques lanzados apenas dos días antes de una nueva reunión programada entre Irán y Estados Unidos, que iba a ser la sexta, para intentar alcanzar un nuevo acuerdo sobre el programa nuclear iraní, después de que Donald Trump anunciara en 2018, durante su primer mandato, la retirada unilateral de Washington del histórico pacto alcanzado en 2015, que incluía numerosas inspecciones y limitaciones al programa de Teherán.

europapress