Informe Macroeconómico Coyuntural, mayo 2023

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Vu00edctor Salas

Estamos en una situación con tendencias contractivas en la actividad económica, aunque no tan recesiva como se pronosticaba a principios de año, sino más bien este año tendremos una economía estancada. En abril del presente año (último dato publicado a junio 2023), el índice de actividad económica, IMACEC, presentó una contracción de un 1,1% con respecto al mismo mes del año anterior. Corroboran la tendencia, las caídas de sectores como el comercio (-7,7%) y la industria (-2,5%), mientras que servicios crece 0,4 y la minería 3,1%.



A la vez, estamos todavía con una inflación alta con un lento ajuste a la baja, en marzo la inflación anualizada fue 11.1% con una variación mensual del IPC de 1.1%, en abril fue 9.9% con 0.3% de variación mensual y ahora en mayo fue de un 8.7%, con una variación mensual de 0,1. Lo que indica que la inflación comienza a descender lentamente, pues, aunque se observe un alza en los precios, esta alza es cada mes menor (los precios crecen a tasa decreciente). Junto a esta conducta se observa también que el IPC sin volátiles que, en mayo creció en 0.5%, conservando así alta su tasa anualizada, cercana a 10%, observándose con ello, un lento ajuste de la convergencia a la meta del Banco Central la cual, desde luego, no se alcanzará este año.


El desempleo se ha mantenido en aumento, lo que ocurre porque la economía está en una situación de estancamiento y porque además en estos meses del año se está en un período estacional de menor creación de puestos de trabajo en los sectores agrícolas, de la construcción, del turismo y otros. En abril la tasa de desempleo es 8,7%, que es 1 p.p. mayor que hace 12 meses. El mercado laboral, sigue en una situación complicada, aún se está cerca de 500.000 empleos lejos de la tasa de ocupación prepandemia (55,6% actual vs un 58,6% en enero 2020) y no se ven mejorías dentro de este año.


Las Políticas aplicadas, Monetaria y Fiscal

El Banco Central durante el mes de mayo mantiene su política monetaria contractiva en una tasa de política monetaria, TPM, alta, de 11,25%, medida con la que no se ha conseguido una reducción de la demanda interna, pese a los fuertes aumentos que han tenido las tasas de interés de la economía. Por ahora parece difícil e innecesario que el Banco Central baje la TPM. La permanencia de una tasa de política monetaria aún contractiva tiene que ver con el comportamiento del IPC sin volátiles, que en mayo creció en 0.5%, conservando así su tasa cercana a 10% anualizada, por sobre el IPC general, observándose con ello, un lento ajuste de la convergencia a la meta del Banco Central la cual, desde luego, no se alcanzará este año.


La persistencia de los factores externos también mantiene a la inflación en Chile, porque persiste alta la inflación internacional, lo que afecta también la tendencia a la depreciación del peso respecto del dólar en el último año que en 2022 fluctuó entre 783,45 pesos por dólar el 04 de abril hasta 1.042,97 el 15 de julio. La relación peso/dólar cae después de la intervención del Banco Central, de julio a setiembre, pero retorna a niveles similares (978,49, el 24 de octubre) después de esa errónea intervención del mercado cambiario chileno. Una especial política fiscal seguida en 2023 es el programa de venta de dólares por parte de Hacienda, que afecta el tipo de cambio. Programa que consistía en vender, desde marzo, 1000 millones de dólares mensuales llegará a su fin en junio. En parte, por esta intervención fiscal, durante estos últimos tres meses, el tipo de cambio se ha mantenido estable, con valores oscilando entre 795 y 810 pesos por dólar. A partir del 14 de junio de este año el banco Central interviene en el mercado cambiario buscando aumentar las Reservas internacionales, lo que depreciará el peso en relación al dólar, lo que operará en sentido inverso de la intervención de Hacienda. Por lo tanto, resulta relevante observar la reacción a futuro del mercado ante esta variable, ya que es probable que deje de mantenerse tan estable y posiblemente aumente en el mes de julio, a menos que Hacienda decida continuar interviniendo en el tipo de cambio.


Existe consenso de que la activación por el Central de Chile, del Requerimiento de Capital Contracíclico (RCC) para la banca, en una magnitud de 0,5% de los activos ponderados por riesgo, con plazo de un año para su implementación, terminará restringiendo el crédito en la economía nacional.


Comentarios finales

Los datos expuestos en este IMC de mayo, en un contexto de mayor estabilidad política, por resultados de última elección, dejan en claro que tanto el BC como Hacienda han mejorado sus expectativas de crecimiento para este año, no obstante, aún persiste la incertidumbre dado el mantenimiento prolongado en su nivel actual que ha efectuado el BC sobre la TPM, en un contexto, en que ya se suman tres meses consecutivos de caída del IMACEC, y el desempleo ha iniciado alzas que los desplaza entre 8 y 9%, mientras la inflación permanece en niveles altos aunque ha comenzado a mostrar una leve tendencia a la baja, ello no es lo suficientemente fuerte como para facilitar la convergencia hacia la meta inflacionaria, especialmente considerando que los indicadores subyacentes están disminuyendo muy levemente y se mantienen aún por sobre el índice general de precios. En la próxima reunión de junio, se puede esperar que el Banco Central de Chile mantenga la tasa en el mismo nivel, ya que tanto el escenario nacional como internacional no mantienen las tendencias de ajustes, con las incertidumbres correspondientes.


Víctor Salas Opazo y Equipo

Conversatorio de Política Económica

Departamento de Economía, USACH

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