Creo que el ministro de Hacienda está complicado por el futuro que se avecina y que dificultará su labor en este año y medio que le queda de gobierno.
La semana pasada pudimos apreciar cómo el Senado daba luz verde a la discusión en sala para el próximo martes 24 de septiembre, del proyecto de Cumplimiento Tributario, iniciativa legal muy importante para el Gobierno porque está dentro de los proyectos que forman parte del Pacto Fiscal que tanto empeño ha puesto el ministro de Hacienda.
La CEPAL define gobernanza como “la realización de relaciones entre diversos actores involucrados en el proceso de decidir, ejecutar y evaluar asuntos de interés público, proceso que puede ser caracterizado por la competencia y cooperación donde coexisten reglas posibles; y que incluye instituciones tanto formales como informales (ciudadanía y sus distintos mecanismos de organización temporal y/o espontáneo). La forma e interacción entre los diversos actores refleja la calidad del sistema y afecta a cada uno de sus componentes, así como al sistema como totalidad”
La semana pasada fuimos testigos de una situación muy complicada por su causa y por las consecuencias que generó.
Dentro del conjunto de normas que el ministro de Hacienda incluyó en el fast track legislativo para lograr mejoras en nuestra economía, está el proyecto de ley que establece propuestas para el cumplimiento tributario de los contribuyentes, iniciativa legal que busca aumentar la recaudación en lo equivalente a 1,5% del PIB. Lo paradójico de esto, es que está incluido en un paquete legislativo que busca generar crecimiento a nuestra economía a través del aumento de la recaudación, violando todos los principios que emanan de la ciencia económica. Pero ese detalle no es el que comentaré en esa oportunidad, sino otro que sí es vital y que, si bien no generará mayor recaudación, sí ayudará al diseño y eficiencia de los negocios de los contribuyentes.
Pasan los días, las semanas y los meses y aún no vemos medidas eficientes que permitan incentivar o gestionar el crecimiento que el país necesita. Tal vez la demora se deba a la autocomplacencia de la autoridad ante el crecimiento de 0,2% del PIB del año pasado, así también como el 4,5% de crecimiento del IMACEC de febrero que les fundamenta las medidas del aumento del sueldo mínimo y las 40 horas de trabajo.
La semana pasada ocurrieron 3 eventos que me llamaron la atención.
La semana pasada me preguntaron si habría reforma tributaria en este gobierno, a lo cual respondí sin mucha reflexión, que no. Luego, habiendo meditado más mi respuesta, señalé que, de haber una reforma, no será estructural, de eso sí estoy convencido.
La semana pasada vimos con bombos y platillos el anuncio del envío a tramitación de dos proyectos de ley que ayudarán a reducir los plazos que requieren los proyectos de inversión para cumplir con los permisos necesarios para su implementación. Se trata de la reforma al sistema de regulación ambiental y una nueva ley marco de autorización