La semana pasada ocurrieron 3 eventos que me llamaron la atención.
El primero, fue la difusión de algunas medidas que tendrá la reforma tributaria relacionada con el Impuesto a la Renta, que el ministro de Hacienda prontamente ingresará al Congreso. De esta informal comunicación, trascendió que habrá aumento de impuestos y término de la integración del Impuesto a la Renta de Primera Categoría con los Impuestos Finales. Ambas ideas pretenden incrementar las arcas fiscales para paliar las necesidades sociales. Como ya ha transcendido, se necesitan alrededor de 6 mil millones de dólares en los próximos años para financiar la PGU, la condonación del CAE, la deuda histórica con los profesores entre otras necesidades.
El segundo evento fue la reunión que tuvieron los presidentes de Brasil y Francia, Luiz Inácio Lula da Silva y Emmanuel Macron respectivamente, en la Amazonia, donde anunciaron un plan para invertir en economía sostenible en esa región, lo que implica recaudar mil millones de euros en 4 años. No tengo antecedentes de cómo serán recaudados tales recursos, pero sabemos que el presidente francés es proclive a implementar impuestos para solucionar los problemas, tal como lo manifestó en junio del año pasado en el marco de la Cumbre por un Nuevo Pacto de Financiamiento Global donde reveló su voluntad de implementar impuestos internacionales para apoyar la acción climática y aliviar la pobreza.
El tercer evento fue la apertura a la bolsa de la red social del ex presidente de Estados Unidos Donald Trump, la denominada Truth Social, la cual tuvo una favorable recepción en la bolsa de Nueva York llegando al extremo de tener que suspender su cotización por el comportamiento agresivo que tuvo. Según se mencionó, Trump necesita dinero y recurre a la bolsa de valores, pudiendo recaudar millonarias cifras que fluctuaban entre los 1.855 millones y 3.000 millones de dólares en solo un par de días.
Esos tres eventos me hacen reflexionar sobre la evidencia empírica que existe para validar que la acción del mercado puede ser muy eficiente para lograr la movilidad de capitales.
El caso de Brasil y Francia, a través de una estrategia mixta el sector público y privado, pero con la aplicación de impuestos “medioambientales”, se espera en 4 años lograr destinar recursos que ayuden a la protección del Amazonía. En el caso de Trump, en uno o dos días, recurriendo a la bolsa de valores, pudo lograr el doble de recursos, es decir, los hechos evidencian que el libre mercado, bien encaminado y orientado hacia los objetivos sociales que se deseen, pueden aportar financiamiento rápido y eficiente, sin generar distorsiones en la toma de decisiones de los privados, evitando perjudicar emprendimientos o la fuga de capitales.
Ante estos dos ejemplos, resulta anacrónica la postura del ministro de Hacienda que insiste en el aumento de los impuestos a los contribuyentes de “aparentes” altos patrimonios, así también eliminando mecanismos que ayudaron, en parte, a la capitalización de las empresas a contar de los años ochenta, cuando se les permitió a los dueños postergar supeditar su tributación personal solo al evento de realizar retiros o distribuir dividendos, incentivando a la capitalización de las utilidades.
Ante la palmaria evidencia empírica expuesta, extiendo la invitación a evaluar las políticas que se están implementando e idear una verdadera solución a los problemas sociales, para evitar distorsiones que solo redundarán en un empeoramiento aún mayor de nuestra economía.
Prof. Germán R. Pinto Perry
Director Programas de Especialización Tributaria
Centro de Investigación y Estudios Tributarios NRC
Universidad de Santiago