Enfocarnos en el crecimiento

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Pasan los días, las semanas y los meses y aún no vemos medidas eficientes que permitan incentivar o gestionar el crecimiento que el país necesita. Tal vez la demora se deba a la autocomplacencia de la autoridad ante el crecimiento de 0,2% del PIB del año pasado, así también como el 4,5% de crecimiento del IMACEC de febrero que les fundamenta las medidas del aumento del sueldo mínimo y las 40 horas de trabajo.


Sin embargo, si analizamos el bosque completo, podemos apreciar que las medidas anunciadas tienen un enfoque que me llama la atención.


Hasta ahora ha trascendido que ingresará prontamente (yo esperaba a fines de marzo y ya vamos en la segunda semana de abril) la reforma tributaria que nace del pacto fiscal y diálogos que el ministerio de Hacienda ha llevado a cabo en estos últimos meses, la cual tiene considerado el término del sistema semintegrado, para pasar a uno dual, en donde las empresas pagarán un 25% y los dueños un 13% por los dividendos que reciban de ellas. Esto genera una rebaja en la carga impositiva de un 44% a un 39% aproximadamente. Esta modificación no altera la actual tributación de inversionistas extranjeros que están acogidos a algún convenio para evitar la doble tributación que nuestro país tiene firmado, cuya tasa final es un 35%. De esta forma, no hay anuncios de futuros incentivos o estímulos para la inversión extranjera.

Así también, la autoridad ha insistido en su talante tributario recaudatorio al aumentar las tasas para las personas naturales cuyos ingresos mensuales superen los 4,4 millones de pesos.


¿Serán efectivas estas medidas? ¿Serán alicientes para los sectores deprimidos de la economía?


Tengo mis dudas

Un sector muy abatido es la construcción. En noticias de la semana pasada, una importante constructora anunció que “mientras o se recupere la economía real de las personas, el negocio inmobiliario no va a despegar” ¿Quiénes son las personas aludidas? Sin duda que un grupo importante que, en el futuro, verán aumentada su tributación si prospera lo ya informado.


Otra información preocupante es la lentitud para los llamados a licitación de concesiones de infraestructura que realiza el Ministerio de Obras Públicas (MOP), aspecto que se ve afectado también por la “permisología” y el valor de los peajes que será necesario cobrar para recuperar la inversión. Esto último es fundamental porque serán las personas naturales, las mismas que directa o indirectamente se verán afectadas por el aumento en la tributación de sus ingresos mensuales, los futuros clientes que pagarán esos peajes.


Sin perjuicio de lo anterior, el MOP ha señalado que, pese a la demora, hay proyectos que cuentan con interesados como la concesión de la Ruta 68 la cual tiene 19 empresas que ya han retirado las bases, pero lo malo de aquello, es que la mayoría son empresas extranjeras a las cuales, como ya señalé, no tendrán un cambio ni estímulo en su tributación porque pertenecen a países con convenio para evitar la doble tributación.


Todo esto evidencia que la futura reforma tributaria no será una herramienta eficaz para estimular el crecimiento que esperamos, lo cual me preocupa porque estamos desaprovechando una importante oportunidad para lograr aquello.


Prof. Germán R. Pinto Perry,

Director Programas de Especialización Tributaria,

Centro de Investigación y Estudios Tributarios NRC,

Universidad de Santiago

europapress