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Víctor Salas |
La coyuntura económica chilena mostró interesantes, pero no conclusivos giros en julio 2023. El IPC general, luego del máximo observado de 14,02% anual en agosto de 2022, finalmente ha descendido 7,55 puntos base a julio de 2023, mes en que se observa una tasa anual de 6,47%
Actualmente, los datos permiten observar que el IPC se está encaminando hacia su rango meta 2- 4% (fijado por el Banco Central). Durante el 2023, el IPC ha tendido a ajustarse, lentamente al principio de año y más rápido en junio recién pasado, con una tasa anualizada de 7,6%, lo que ha hecho que los salarios reales estén recuperándose, desde -2,2 noviembre 2022 a un valor positivo de 1,0 en mayo 2023, pero algo lejos aún de los niveles prepandemia y pre “estallido social” (2,8).
Estamos en una situación con tendencias contractivas en la actividad económica, aunque no tan recesiva como se pronosticaba a principios de año, sino más bien este año tendremos una economía estancada. En abril del presente año (último dato publicado a junio 2023), el índice de actividad económica, IMACEC, presentó una contracción de un 1,1% con respecto al mismo mes del año anterior. Corroboran la tendencia, las caídas de sectores como el comercio (-7,7%) y la industria (-2,5%), mientras que servicios crece 0,4 y la minería 3,1%.
Todas las variables relevantes de la coyuntura económica están dando señales de que la economía chilena tiene dificultades con su declinante actividad productiva, con sus fuertemente crecientes tasas de desempleo y su inflación, que declina lentamente.
Uno no quisiera hablar de estas cosas, para no ser catalogado de pesimista, pero los hechos económicos nacionales e internacionales son porfiados e interrumpen algunas interpretaciones felices.
Por Víctor Salas Opazo y Equipo, Conversatorio de Política Económica Departamento de Economía, USACH.
Durante casi todo el año 2022 se ha estado, en lo económico, con un proceso de ajuste, estancamiento o ralentización del Producto y, a la vez, tratando de controlar la fuerte inflación que se desató en Chile. El gobierno de Boric ha estado en medio de este proceso de control inflacionario y de estancamiento de la economía chilena durante todo 2022.
Unos dicen ¡Buen IMACEC!, porque el Índice Mensual de la Actividad Económica solo cayó en 1% en diciembre 2022, menos de lo que todos esperaban. Pero seamos claros, este resultado nos habla de que el PIB de Chile en 2022 creció entre 2,5 y 2,7% y no entre 2,2 o 2,4%, valores que esperaba recientemente el mercado y el Banco Central.
La economía chilena atraviesa por una compleja situación, inflación y estancamiento productivo, y las proyecciones para 2023 no son alentadoras. La política monetaria contractiva aplicada por el Banco Central desde julio de 2021 ha logrado estancar y disminuir la importante alza que mostró el agregado monetario M1 entre marzo de 2020 y diciembre de 2021, logrando sacar de la economía cerca de MMM$23.000 a noviembre de 2022, en paralelo, el IPC general mensual, que muestra volatilidad con tendencia al alza entre 2021 y 2022, ha comenzado a ajustarse en los últimos meses, pese a ello, las tasas de inflación mensual se han mantenido alrededor del 13%, anualizado y con difícil pronóstico de una pronta caída.
Por más que queramos otra cosa, bien sabemos que la economía chilena está enfrentando una compleja situación de estancamiento productivo con alta inflación.