Víctor Salas



Víctor Salas

Con el resultado del plebiscito del 4 de septiembre, el país ha entrado en un nuevo proceso constitucional, el avance de las conversaciones para construir un acuerdo debería generar positivas expectativas en los próximos meses en los mercados locales e internacionales.

Son varias las complicaciones que en la actualidad tiene la toma de decisiones de política económica en Chile y queremos hacer claridad sobre ellas.


Chile enfrenta hoy una compleja coyuntura económica, está viviendo una desaceleración de la actividad productiva, que se encamina a una leve recesión técnica, que bien podría profundizarse en la perspectiva de una recesión internacional. Situación que empeora con la fuerte inflación (13,1% anual) existente.

La principal preocupación económica de Chile hoy día es la fuerte inflación que estamos viviendo, 12,5% anualizada, a junio de este año. Es tan alta la presión de los precios internos que el Banco Central subió la Tasa de Política Monetaria, TPM, el 9 de mayo a 9% y acaba de subir (13 de julio, 2022) en 75 puntos, a 9,75%, lo que reduce una vez más la oferta monetaria y hará subir nuevamente las tasas de interés de la economía chilena las que, en junio 2022, estaban en 26,3% la tasa de consumo y 12,99% la comercial. Acciones orientadas a reducir la demanda interna (consumo e inversión) y la actividad productiva para reducir la inflación.

Esta es la situación compleja que hace a la incertidumbre política un factor de inestabilidad del precio del dólar en el país, manteniendo la tendencia depreciadora de este fenómeno.

La inflación llegó fuerte y tempranamente a Chile (abril de este año) y se ubicó en niveles de dos dígitos (10,5% anualizada), anticipándose a todas las proyecciones que esperaban esos niveles a mediados de año.

El gobierno de Boric enfrentará una situación económica con fuertes presiones inflacionarias (tales que, con el dato de febrero -0,3%-, se estima la inflación seguirá alta, pero ajustándose lentamente a la baja y que, anualizada, llegará alrededor de 8% en la mitad de este año) y, con perspectivas de un muy bajo crecimiento económico en los dos primeros años, tales que se estima un aumento del PIB anual que fluctuará alrededor del 2% al año, similar a la tasa de crecimiento promedio anual (1,94%) entre 2014 y 2019.

Está claro que este año la inflación en Chile seguirá en altos niveles, del orden el 7 al 9%, anualizada y que, si eso ocurre, entonces estaremos enfrentados a una fuerte acción del Banco Central de Chile, que sin duda alguna y siguiendo su conducta de los últimos años, aumentará la Tasa de Política Monetaria, TPM, para contener, a como dé lugar, las presiones inflacionarias.

El dólar observado abrió con una fuerte alza este lunes 20 de diciembre, llegando a 875,37 pesos por dólar mostrando la alta incertidumbre que significa para los mercados el formidable triunfo de Boric en la elección presidencial de este domingo 19 de diciembre de 2021, pero cerró en 846,64 pesos por dólar. Valor aún alto, que introduce presión en los precios de los bienes que importamos (50% de la carne de bovino y del trigo para el pan que consumimos, por ejemplo).

No está bien la economía chilena y lo que viene, podría ser peor.


El PIB crecerá fuerte este año (por recuperación), pero en 2022 crecerá muy poco, entre 2% y 2,5%. La inflación está alta, 6% y se mantendrá así, al menos hasta el primer trimestre próximo. El empleo ha avanzado en su recuperación, pero puede volver a altas tasas de desempleo el próximo año. Estos resultados pueden ocurrir por las condiciones de funcionamiento de la economía nacional e internacional y de las decisiones de políticas económicas que se adopten.