​Informe Macroeconómico Coyuntural, agosto 2023

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Victor Salas

El IPC de agosto 2023 fue acorde a lo esperado por el mercado, y se registró un alza de 0,1% con respecto al mes anterior, 5,3% en 12 meses y con proyecciones del Banco Central de alcanzar un 4,3% anual a fin de año. Sin embargo, los datos recientes de la economía chilena (lluvias intensas) e internacionales (lenta reducción de la inflación en USA, Europa y China), dan indicios de que la inflación puede llegar a fines de 2023 más cerca del 5%, anualizada.


También colabora en este ajuste más lento, la tendencia de la inflación sin volátiles, la que en agosto registró una variación negativa de -0,1% con respecto al mes anterior, pero sigue con un rezago respecto al índice general, incidido fuertemente por el alza que está experimentando el dólar (+5,2% en agosto respecto a julio) y el petróleo, cuyo precio en julio aumentó 8,8% respecto al mes anterior (76,39 USD/Barril), superando levemente el precio promedio de 2023 (75,92 USD/Barril), y que en agosto de ubica en 81,40 USD/Barril, nivel más alto desde noviembre de 2022, precio que ha sido mayor aun en fechas recientes (88,99 USD/Barril, WTI al 12/09/2023), por eso se espera que el IPC SAE siga rezagado.


Respecto del IMACEC se observa una tendencia declinante en estos últimos meses. La economía chilena está aún en una situación de estancamiento, lento, larvado, que a veces da señales positivas al subir esporádicamente una actividad como el dato de julio pasado en que el IMACEC salta de valores negativos a 1,8+, mientras los índices de producción de julio 2023 presentan tasas interanuales negativas (Índice de Producción Manufacturera, -3,9%; Índice de Producción Industrial, -1,7%; Índice de Actividad del Comercio, -4,5%; Índice de Ventas de Supermercados, -7,7%)


Las expectativas que se han formulado recientemente sobre el crecimiento del PIB de Chile en 2023 señalan valores entre -0,5 y 0,0%, lejos del crecimiento mundial que se espera sea de 2,9%. Para 2024 se espera un lento crecimiento entre 1,25 y 2,25%, acorde al crecimiento del mundo (2,2%).


La tasa de desocupación nacional fue 8,8% en julio 2023, registrando un ascenso de 0,9 p.p. en doce meses, porque el alza de la fuerza de trabajo (3,0%) fue mayor a la de las personas ocupadas (2,0%). Las personas desocupadas aumentaron 14,1% en doce meses, incididas por quienes se encontraban cesantes y aquellas que buscan trabajo por primera vez. Estimaciones del Conversatorio USACH indican que aún faltan 470 mil puestos de trabajo por recuperar para llegar a los niveles de tasa de ocupación prepandemia.


La tendencia de los precios es concordante con el escenario central estimado por el Central para el corredor de la TPM y presentado en el IPOM de junio pasado, demostrando lo acertado de la política monetaria contractiva aplicada al control de la inflación por el Banco Central y sus modificaciones, entre julio de 2021 y este año 2023, que se va logrando debido al alto nivel de coordinación que tuvo este organismo gubernamental con el Gobierno, el cual mantuvo reducido el gasto fiscal en 2022 y controlado éste durante 2023. Acciones conjuntas que han permitido la efectividad de la política económica en el control parcial aún del fuerte proceso inflacionario vivido.


El Banco Central, ya tomó en julio la decisión de comenzar con el proceso de recorte de 100 puntos porcentuales de tasas en la economía y en agosto volvió a reducirla en 75 pp, dejándola en 9,5% y con una proyección de 7,5% a fin de año. Esta rebaja, realizada con cautela, por el Consejo del Banco Central, se basa en la expectativa que tiene de que se pueda alcanzar la meta de inflación de 3% en el segundo semestre de 2024.


La política fiscal para 2023 ha mantenido una tendencia de ajuste al equilibrio fiscal, buscando cumplir el déficit efectivo proyectado de 1,6% del PIB y el déficit estructural del 2,1%. Medidas recientes de Hacienda indican su compromiso con el ajuste fiscal, que se verifica en las instrucciones recientes de la Dirección de Presupuestos, DIPRES, a los ministerios para reforzar la búsqueda de espacios de ahorro y de redistribución del gasto fiscal, en este año, que compensen los gastos extraordinarios realizados, entre ellos las emergencias climáticas.


En síntesis, tenemos un mercado laboral estancado, pero resiliente, con capacidad de crear empleos, pero con una enorme falta de crecimiento y potencia. Favorablemente la economía muestra indicios de recuperación, aunque todavía leves, en términos de empleo, inflación y actividad productiva. Aún se requiere mayor dinamismo de la inversión y del PIB, lo cual depende de la certidumbre en la conducción de la política monetaria y fiscal, y en la evolución de la economía de nuestros principales socios comerciales.


A su vez, la inflación local presenta una favorable tendencia a la baja y se podría decir que se encamina a converger al rango meta, aunque todavía existen dificultades en el camino, como la lentitud de ajuste del índice de precios sin volátiles, la evolución del precio del petróleo, que tiende a subir y en el mes de agosto, el crudo WTI (sin mayor diferencia con el Brent), presenta el mayor precio desde noviembre de 2022 y, por otro lado, el dólar está subiendo con fuerza, equivalente a un incremento en agosto de 5,2% respecto a julio. Todos estos efectos, pueden generar un alza en el precio de los bienes y servicios importados (60% canasta básica) que dificulten los ajustes observados. 


Víctor Salas Opazo y Equipo

Conversatorio de Política Económica

Departamento de Economía, USACH

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