Con más de 200 egresados acreditados y un equipo de ocho profesionales multidisciplinarios, el Instituto y Centro de Capacitación Jessica Vega se posiciona como pionero en regiones en la enseñanza de locución comercial, doblaje internacional y comunicación aplicada.
Los caminos de la comunicación pocas veces comienzan tan temprano como el de Jessica Vega, quien a los 15 años inició su carrera en Radio Matías 106.1. Hoy, con 25 años de experiencia, a sus 37 años lidera su propio proyecto: el Instituto y Centro de Capacitación Jessica Vega, una propuesta única en regiones que nació hace tres años con un propósito claro: acercar la locución y el doblaje a personas que, fuera de la capital, han visto limitadas sus oportunidades en el mundo de la comunicación.
Según explica Claudio Inzunza, director del centro de emprendimiento Colbún: “Destacamos el avance y crecimiento que ha experimentado el emprendimiento de Jessica, ella se adjudicó un capital semilla del CEC en plena pandemia. Su emprendimiento, es una propuesta creativa que en estos años ha logrado incrementar su impacto, generando nuevas oportunidades para que la comunidad adquiera oficios creativos que pueden ser fuente de ingresos, reflejando el potencial de la industria creativa en el desarrollo local”.
Una vida dedicada a la voz y la enseñanza
Si bien estudió Comunicación Audiovisual en la Universidad Santo Tomás, la maternidad temprana con sus gemelos la llevó a continuar su formación desde la experiencia. Esa práctica constante frente al micrófono, la adaptación a distintos formatos y el trabajo con radios y marcas la convirtieron en una profesional autodidacta con una visión innovadora.
La locutora reconoce a Tavo Garay y Cristina Hernández, ambos referentes mexicanos de la locución y el doblaje, como sus grandes mentores. “La comunicación es un estilo de vida que me ha dado todo: la posibilidad de transmitir emociones, transformar vidas y entregar herramientas a quienes buscan una voz propia”, señala Vega.
Para Jessica, el camino no ha sido fácil. Ser pionera en un rubro como el doblaje y la locución fuera de Santiago ha implicado educar a la comunidad, a las empresas y a las autoridades respecto de su valor estratégico. Sin embargo, el reconocimiento llegó. El Centro de Emprendimiento Colbún (CEC) fue uno de los primeros en confiar en la iniciativa, otorgándo el segundo lugar en un concurso de emprendimiento. Desde ese momento, el Instituto no ha parado de crecer.
Una propuesta inédita en regiones
El Instituto ofrece cursos de locución comercial, doblaje internacional, producción de eventos, sonido, atención al cliente y marketing digital, junto con servicios de locución y doblaje para empresas. Actualmente, cuenta con un equipo de ocho docentes y profesionales, entre ellos Lillian Sánchez (doblaje), Francia Soto (teatro), Yasna Villalobos (fonoaudiología), Franco Orrego (psicología), Alberto Pizarro (sonido), Misael Mujica (marketing digital) y Camila Cuadra (atención al cliente), además del apoyo administrativo de Maryory Cifuentes.
En tres años, más de 200 alumnos han egresado con acreditación laboral a nivel nacional, entre ellos rostros conocidos como Jennifer Galvarini (Yuyiunis Navas, participante de “Pincoya sin glamour”), Antonia Casanova (Miss Mundo Santiago), Waldo Villarroel (segundo lugar del reality “Gran Hermano”) y el influencer Pablo Peña, además de profesionales de distintas áreas que hoy utilizan la comunicación como herramienta central en sus carreras.
Proyección y futuro
La visión de Vega es ambiciosa: convertir al Instituto en uno de los centros de formación en comunicación, artes y doblaje más importantes del país, con proyección internacional. En paralelo, ya trabaja en levantar una empresa de doblaje para películas y animaciones que permita a talentos chilenos insertarse en una industria globalizada.
“Lo que más amo de la locución es entregar oportunidades, democratizar el acceso a la comunicación y cambiar la cultura de nuestro país. Una voz puede abrir puertas, transformar realidades y generar confianza. Ese es el legado que quiero dejar”, concluye Vega.