Por lo general, durante el último mes del año la mayoría de las organizaciones suelen llevar a cabo procesos de búsqueda y selección de RRHH, con el fin de armar y potenciar sus equipos para afrontar con éxito el año que está por comenzar.
En este escenario, y frente a las oportunidades laborales que se pueden presentar, resulta crucial analizar, cuidadosamente, cada propuesta de empleo que se reciba, antes de tomar una decisión. Esto porque aceptar un nuevo empleo implica considerar múltiples variables que van más allá del salario.
Si bien la remuneración es un elemento determinante, no es el único factor que debe influir en la decisión. Aspectos como, por ejemplo, la modalidad de trabajo, oportunidades de desarrollo y la reputación corporativa pueden marcar una diferencia significativa.
Algunos puntos que recomendamos revisar antes de aceptar un ofrecimiento laboral son:
Funciones y responsabilidades. Contar con una visión clara sobre las tareas, atribuciones y objetivos del puesto es fundamental para evitar sorpresas y asegurar que exista alineación con las expectativas del candidato.
Dependencia jerárquica. Identificar a qué gerencia o jefatura se reportará ayuda a comprender la relevancia del cargo dentro del organigrama y la dinámica de trabajo.
Modalidad laboral. Tras la experiencia de trabajo remoto durante la pandemia, muchos profesionales, especialmente de la Generación Z, valoran mucho los formatos flexibles. Por ello, conocer si el puesto es presencial, híbrido o remoto resulta crucial.
Bonos, incentivos y beneficios emocionales. Más allá del sueldo, la existencia de premios por desempeño, horarios flexibles, días libres, seguros complementarios, guarderías o espacios de desconexión puede mejorar la calidad de vida laboral y aumentar el atractivo del cargo.
Oportunidades de desarrollo. Analizar si la empresa ofrece posibilidades reales de crecimiento interno y movilidad entre áreas contribuye a proyectar una trayectoria profesional sostenible.
Programas de capacitación. La formación continua es esencial en un mercado dinámico. Contar con herramientas para actualizar conocimientos y habilidades facilita la adaptación a los cambios del entorno.
Cultura y clima laboral. Conocer la misión, visión, valores y estilo de trabajo de la organización permite anticipar si existe compatibilidad cultural, un aspecto decisivo para la permanencia en el largo plazo.
Reputación corporativa. La imagen pública de la empresa y la percepción de sus distintos grupos de interés también influyen en la experiencia profesional y en la proyección futura del trabajador.
Evaluar estos elementos de manera integral permite tomar decisiones informadas y alineadas con el bienestar y las metas profesionales de cada persona. No hay que olvidar que una oferta laboral es una oportunidad, pero también un compromiso. Por eso es crucial analizarla con calma, considerando todos los factores involucrados.
Por Francisco González, gerente general de Vertical Hunter – www.verticalhunter.cl