Sr. Director,
Los resultados del Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) 2024 revelan una realidad compleja: persisten las brechas estructurales. Muchas comunas rezagadas no han mejorado, y dimensiones como condiciones laborales, acceso a servicios y entorno sociocultural siguen siendo deficitarias.
Este Índice confirma además tendencias ya advertidas en 2023: desigualdad territorial, déficit en movilidad y la urgencia de avanzar hacia ciudades más equitativas, sostenibles y centradas en las personas. Los datos invitan a reflexionar sobre cómo planificamos, financiamos y gobernamos nuestras ciudades.
También se observa una leve mejora en acceso a áreas verdes y equipamiento urbano. Comunas como Chillán y Concón han mostrado avances sostenidos, lo que demuestra que la mejora es posible con planificación y buena gestión. Aunque insuficiente y desigual, se reconoce el esfuerzo de algunas municipalidades en inversión local y proyectos de revitalización.
Estas luces muestran que, con voluntad política y gestión integral, es posible mejorar la calidad de vida urbana en Chile. El desafío es fortalecer la capacidad de gestión municipal, con financiamiento adecuado y coordinación entre niveles de gobierno. La evidencia es clara: los datos no deben quedar solo en el diagnóstico, sino traducirse en decisiones concretas y medibles.
Daniela Quintana
Facultad de Arquitectura, Construcción y Medio Ambiente
Universidad Autónoma de Chile