En el año 2024, la tasa de ahorro de la economía chilena alcanzó a 21,8% del PIB, mayor en 1,6 puntos porcentuales (pp.) respecto del cierre del año anterior, informó este lunes el Banco Central mediante el informe Cuentas Nacionales por Sector Institucional al cuarto trimestre del pasado ejercicio. Este incremento se debe al crecimiento del ingreso nacional y del consumo, que aumentaron 9,4% y 6,8% anual, respectivamente. Por sectores, esta tasa se explicó por el mayor ahorro de las Empresas no financieras, y en menor medida, por los Hogares y Sociedades financieras, lo que fue parcialmente compensado por la disminución del ahorro del Gobierno general.
El mayor ahorro de la economía, sumado a una tasa de inversión bruta (que incluye variación de existencias) de 23,2% del PIB, inferior en 0,1pp. respecto al año 2023, determinaron una necesidad de financiamiento de 1,4% del PIB, inferior en 1,7pp. en relación con el cierre anual anterior. Este resultado se debió a la menor necesidad de financiamiento de las Empresas no financieras y a la mayor capacidad de los Hogares y Sociedades financieras. Lo anterior fue parcialmente contrarrestado por el mayor déficit del Gobierno general.
Las Empresas no financieras registraron una necesidad de financiamiento de 3,5% del PIB, inferior en 1,3pp. con respecto al año previo. Esto se reflejó en un menor financiamiento vía préstamos y en un mayor flujo neto de otras cuentas.
Los Hogares, en tanto, registraron una capacidad de financiamiento de 3,6% del PIB, superior en 0,8pp. con respecto al año 2023, canalizada en una mayor inversión en cuotas de fondos y en acciones. En sentido contrario, los Hogares desinvirtieron en efectivo y depósitos.
Las Sociedades financieras aumentaron levemente su capacidad de f inanciamiento a 1,1% del PIB, superior en 0,1pp. en comparación al año previo, principalmente por un mayor flujo neto de acciones y otras participaciones.
El Gobierno general, por su parte, presentó una necesidad de financiamiento de 2,6% del PIB. Esto representó un aumento en 0,5pp. con respecto al año 2023, explicado por una mayor emisión de títulos de deuda, y compensado en parte, por un mayor flujo en efectivo y depósitos.
En cuanto al endeudamiento sectorial, las Empresas no financieras presentaron un saldo de deuda que creció 9,1% respecto a lo registrado el año previo, asociado principalmente a un incremento de la deuda externa por la depreciación del peso frente al dólar; aunque su ratio de deuda como porcentaje del PIB fue de 97,5%, menor en 1,3pp. en relación con el año anterior, dado el mayor crecimiento del PIB. Asimismo, la deuda de Gobierno presentó un crecimiento anual de 14,9%, alcanzando un ratio de 39,1% del PIB, superior en 1,5pp. con respecto al año 2023, explicado principalmente por mayores emisiones de bonos en el mercado local. En los Hogares, el nivel total de pasivos aumentó 6,8% respecto al año anterior, debido principalmente a la deuda bancaria hipotecaria; sin embargo, la deuda de los Hogares como porcentaje del PIB fue de 47,2%, inferior en 1,6pp. respecto al año anterior.
En el ámbito de las posiciones financieras netas —diferencia entre activos f inancieros y pasivos—, la economía en su conjunto disminuyó su posición deudora frente al Resto del mundo en 1,7pp., situándose en 18,0% del PIB. En términos sectoriales, este resultado se debió a la menor posición deudora de las Empresas no financieras, por el menor saldo deudor en préstamos y acciones. En contraposición, los Hogares presentaron una menor posición acreedora en 0,8pp., debido al menor saldo en sus activos, principalmente, en efectivo y depósitos, y el Gobierno general aumentó su posición deudora en 0,7pp. por el deterioro del saldo neto en títulos.