​¿Cuánto se distribuirá de dividendos?

|

Felipe Arenas

El pasado 27 de marzo, la Junta Ordinaria de Accionistas del Banco de Chile aprobó una distribución de dividendos correspondiente al 82,4% de las utilidades del ejercicio 2024. Con este hito, se da inicio a la temporada de juntas de accionistas en la que diversas empresas someterán a votación la proporción de utilidades que será distribuida entre sus accionistas. En este contexto, cabe recordar que la Ley N° 18.046, en su artículo 79, establece que las sociedades anónimas abiertas deben distribuir, al menos, el 30% de las utilidades líquidas del ejercicio, salvo acuerdo distinto adoptado por la unanimidad de las acciones emitidas.


La determinación del monto a repartir como dividendos no depende únicamente del resultado contable del período. Factores propios de la empresa y del sector industrial, así como aspectos políticos, económicos, estratégicos y del entorno país, influyen de manera decisiva en esta definición. Uno de los errores más frecuentes en este proceso es financiar el pago de dividendos a través de endeudamiento. El dividendo debiese entenderse como un costo asociado a la operación, por lo que debería financiarse íntegramente con los flujos de efectivo generados en el ejercicio. En caso contrario, se recurre a una lógica de “bicicleta financiera”, donde los dividendos pasados se pagan con el dinero futuro, lo que implica el pago de intereses y una mayor exposición a riesgos financieros.


Esta disyuntiva se origina porque las utilidades contables no equivalen a flujos de efectivo. Mientras las utilidades incluyen estimaciones y resultados no realizados, el flujo de caja refleja entradas y salidas efectivas de dinero. Paradójicamente, la ley establece que la distribución de dividendos se base en estimaciones contables, no en flujo de efectivo.


Respecto al 82,4% de utilidades que se distribuirán como dividendos en Banco de Chile, cabe destacar que supera ampliamente los porcentajes de ejercicios anteriores: en 2023 se distribuyó un 65,6% y en 2022 un 61,5%. Para esta nueva temporada, se espera que otras empresas también aumenten el porcentaje distribuido, como respuesta a la incertidumbre que generan fenómenos como la guerra comercial internacional y, sobre todo, por el proyecto de reforma tributaria que el gobierno ha priorizado en su agenda, el cual contempla, entre otras medidas, la eventual incorporación de un impuesto al patrimonio.


Finalmente, si bien la distribución de dividendos constituye un derecho esencial de los accionistas al invertir en una empresa, es clave que la Junta de Accionistas comprenda que la definición de cuánto se distribuye no es una decisión técnica neutral. Esta entrega señales al mercado: algunas reflejan la estrategia futura de la empresa, y otras revelan su lectura del entorno económico y político en que opera.


Felipe Arenas Torres,

Doctor en Administración de Empresas

Académico de la Facultad de Economía y Negocios

Universidad de Talca, Chile

europapress