Según el Informe de Endeudamiento 2024 de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), el endeudamiento promedio por persona alcanzó los 1,9 millones de pesos a junio del año pasado. Aunque la deuda mediana de créditos de consumo bajó un 13% respecto a 2023, aún son muchos los hogares que tienen dificultades para cumplir con sus compromisos financieros, especialmente en créditos de consumo y tarjetas de crédito.
Las abogadas Daniela Tapia y Lissette González, del estudio jurídico Abogada Virtual, explican que someterse a un proceso de renegociación no solo es posible, sino que puede traer beneficios a largo plazo si se toman las medidas adecuadas.
El primer paso es conocer en detalle la deuda, incluyendo el monto total, tasas de interés y condiciones del contrato. "Antes de iniciar un proceso de renegociación es clave revisar el estado de la deuda y entender las condiciones del crédito original. Muchas veces, los deudores desconocen que están pagando tasas más altas de lo que podrían conseguir en una renegociación", señala Tapia. Asimismo, los bancos están obligados a entregar información clara sobre los costos y condiciones de cada producto financiero.
Otra acción pero no tan recomendable como la primera opción es solicitar alternativas de refinanciamiento o repactación. “Con la baja en las tasas de interés, este puede ser un buen momento para revisar opciones de refinanciamiento. Los bancos suelen ofrecer alternativas a los clientes con buen historial de pago, aunque nunca las condiciones son tan convenientes en estos casos ya que los bancos no ofrecen reales soluciones a los clientes morosos sino más bien consideran los altos intereses acumulados, ya que nunca pierden en sus negociaciones”, explica González.
También es posible, si el endeudamiento se prolonga en el tiempo, evaluar una defensa sólida ante eventuales notificaciones de juicios ejecutivos, considerando estrategias jurídicas como la solicitud de prescripción o el abandono del procedimiento.
Independientemente de la opción elegida, es crucial documentar cualquier acuerdo y asesorarse con abogados y abogadas expertas en la materia para evitar futuros inconvenientes. "El resultado positivo de un procedimiento judicial en ésta materia depende casi en un 100 % de la antelación con la cual podamos preparar los mecanismos de defensas, los cuales incluso pueden partir antes de que a los clientes les llegue una notificación de demanda, ya que si el deudor cuenta con bienes tenemos plazo suficiente para poder protegerlos", enfatiza Tapia.
Tomar medidas a tiempo y conocer los derechos como deudor puede marcar la diferencia entre una solución viable y un problema financiero mayor. En un mes tan desafiante como marzo, la información y la planificación son aliadas clave para enfrentar las deudas con mayor tranquilidad.