El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) publicó el IPC de enero, el cual anotó una variación mensual de 1,1%, en general sobre la estimación del consenso, más cercana a 0,9%. Con esto, la inflación acumula una variación en 12 meses de 4,9%.
En este mes en particular, once de las trece divisiones que integran la canasta presentaron incidencias positivas, destacando vivienda y servicios básicos alimentos (2,7%) y equipamiento y mantención del hogar (1,7%). Por el lado de las caídas, destacó la variación de -1,0% de la división de seguros y servicios financieros.
Finalmente, el IPC sin volátiles presentó una variación de 0,6%, lo que en variación a 12 meses implica un alza de 4,2%.
Nuestra Visión
El IPC de enero anotó una variación mensual de 1,1%, levemente sobre nuestra estimación de 0,9%. En el detalle, destacó la anticipada alza del suministro de electricidad, que se elevó hasta 10,8%, lo que junto a un ajuste de 4,8% en los gatos comunes, impulsó a la división de vivienda y servicios básicos hasta un ajuste de 2,7%, con una incidencia cercana a los 50 puntos bases, explicando cerca de la mitad del alza del mes.
Por su parte, la división de equipamiento para el hogar registró un alza de 1,7%, destacando los grandes artefactos eléctricos (4,0%), seguido de muebles y artículos para el hogar (2,9%). Lo anterior, sería el reflejo de normalización en los precios posteriores a los descuentos especiales implementados en los meses previos.
En el caso de los alimentos, presentaron un alza de 0,4%, donde esta división representa casi un cuarto de la canasta del IPC. Dentro de esta división se dieron comportamientos dispares, pues por una lado las carenes aumentaron de manera significativa, con el vacuno presentando un incremento de 3,5%, mientras las frutas cayeron con fuerza, con las de estación anotando una caída de -9,3%.
En cuanto a las próximas cifras de inflación, la de febrero se elevaría hasta cerca de 0,4% y marzo lo haría en 0,6%. En este último mes incidirían el ajuste en los precios de educación y otros servicios indexados a la inflación pasada, además de un ajuste adicional en el suministro de agua potable. Además, se mantienen presentes los factores como un tipo de cambio más depreciado, mayores costos laborales, nuevos ajustes en servicios básicos y la posibilidad de un mayor traspaso de costos a los precios finales de los consumidores, los que presionaron los precios al alza durante el año. Así, en el año 2025 completo el alza de los precios se ubicaría en torno a 4,2%.
Con todo, las últimas señales apuntan a una persistencia algo mayor de la inflación, al menos durante los primeros meses del año. En este sentido, la inflación sin volátiles se ha mantenido sobre 4% en los últimos meses. Así, a pesar de que el consumo interno sigue mostrado señales de debilidad, el Consejo del BCCh estaría privilegiando la cautela por temores de una inflación más alta en el corto plazo. Lo anterior, podría tener implicancias negativas en la actividad de este año, la que sigue más impulsada por factores externos y con una mayor debilidad interna. De esta manera, las autoridades del Banco Central de Chile podrían implementar recortes en su TPM hacia la segunda mitad del año, donde también incidiría los ajustes que pueda realizar la Reserva Federal de EE.UU.
Fuente: Bice Inversiones.