Capacitación: una estrategia para cerrar el año con éxito

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Mauricio SotoA medida que el calendario avanza hacia diciembre, las empresas enfrentan un desafío crucial: mantener la motivación y el bienestar de sus equipos en un período caracterizado por la presión del cierre anual y la evaluación de resultados. En este contexto, la franquicia tributaria de capacitación del SENCE se presenta como una herramienta clave para quienes buscan fortalecer su capital humano y, al mismo tiempo, optimizar recursos. Sin embargo, muchas compañías en Chile desconocen el impacto que esta estrategia puede tener, especialmente en los últimos meses del año.


La franquicia tributaria permite a las empresas deducir hasta el 1% de su planilla anual de remuneraciones por concepto de capacitación, transformando lo que podría percibirse como un gasto en una inversión estratégica. Este beneficio no solo alivia la carga fiscal, sino que también abre la puerta a mejorar las competencias de los colaboradores, impulsando la productividad y reduciendo la rotación laboral. Pero, ¿por qué aún no todas las empresas lo aprovechan? En muchos casos, la falta de planificación o desconocimiento lleva a que los excedentes acumulados se pierdan al cabo de un año adicional de vigencia.


Es fundamental que las compañías tomen ventaja de los beneficios que ofrece la franquicia tributaria, especialmente a fin de año, cuando todavía hay tiempo para usar los excedentes de capacitación. Así, se pueden diseñar programas que no solo apoyen a los trabajadores, sino que también fortalezcan la estructura organizacional de cara a un nuevo ciclo. Este llamado es particularmente relevante en un contexto donde la capacitación no solo se traduce en empleados más preparados, sino también en equipos más motivados y comprometidos.


El potencial de esta herramienta queda en evidencia al revisar el Anuario Estadístico de la Franquicia Tributaria 2023. Según este informe, casi un millón de trabajadores se beneficiaron de estos programas durante el último año, y más del 70% de las empresas que los implementaron reportaron mejoras significativas en la retención del talento y el compromiso laboral. Estos datos subrayan que la capacitación no solo es un acto de responsabilidad social empresarial, sino también una estrategia efectiva para mejorar la competitividad.


Además, esta política es accesible para empresas de todos los tamaños. Desde microemprendimientos hasta grandes corporaciones, cualquier organización que cumpla con los requisitos establecidos por el SENCE puede beneficiarse. Entre ellos se incluye estar al día con las cotizaciones previsionales de los trabajadores y realizar actividades de capacitación autorizadas. Sin embargo, el impacto de estas acciones trasciende el cumplimiento de la normativa: las empresas que invierten en formación construyen un legado de sostenibilidad y compromiso con su entorno.


La capacitación no debe ser vista solo como un costo, sino como una inversión estratégica. Al mejorar las competencias de los colaboradores, las empresas están preparándolos para enfrentar desafíos futuros, lo que se traduce en una ventaja competitiva sostenible. Las empresas que apuestan por el desarrollo de sus equipos no solo responden a las demandas inmediatas del mercado, sino que también construyen una base sólida para el futuro.



Mauricio Soto, director comercial de OTEC Teamclass


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