Irlanda, un ejemplo para "reflexionar"

|

Germau0301n Pinto (1)


Motivado por el Pacto Fiscal que está impulsando el ministerio de Hacienda y la discusión de la Ley de Presupuestos 2024, estuve revisando la experiencia mundial sobre recaudación e ingresos fiscales y llegué al caso de Irlanda, el cual me pareció muy interesante para “reflexionar” y utilizar como parámetro para evaluar nuestras políticas sobre la materia.


Irlanda es un país de 5 millones de habitantes y ha tenido desde inicios de los años noventa una política liberal en materia de impuestos. Señalo el término “liberal” en el sentido de confianza en los particulares como actores fundamentales del crecimiento y desarrollo del país, en vez de considerar al Estado como el principal actor en la satisfacción de las necesidades sociales.


Desde hace casi 3 décadas ha impulsado una política de reducción de las tasas de los impuestos de las empresas nacionales y, especialmente, extranjeras, bajando de un 40% hasta llegar a al 12,5% actual. Esto ha generado lo que señaló Adam Smith en su libro “La riqueza de las naciones” publicado en 1776, los agentes económicos radican su riqueza en países donde la carga tributaria es baja. Pues así ocurrió con Irlanda quien ha recibido a importantes empresas generadoras de importantes volúmenes de riqueza como son las tecnológicas Apple, Microsoft, Amazon, así también como la farmacéutica Pfizer.


Yo siempre he pensado que las decisiones exitosas se toman cuando las condiciones espaciales y temporales las propician más allá de la calidad o validez de la misma decisión. Eso también se aplica con este ejemplo, porque Irlanda aplicó su política que permitió que las grandes empresas del Siglo XXI se radicaran y establecieran en su jurisdicción.


Es interesante apreciar que estas empresas no tienen la gran cantidad de infraestructura que tenían gigantes empresariales como General Electric o General Motors en los años 50 y 60, sino que desarrollan intangibles y ocupan tecnología menos intensiva en bienes de capital, como es el desarrollo tecnológico de Meta Plataform o Google, además del hecho que su naturaleza les permite moverse rápida y fácilmente de un país a otro, cambiando sus servidores y no grandes y pesados talleres industriales.


Independientemente del momento histórico, la decisión irlandesa fue lo suficientemente atractiva para que se radicaran en ese pequeño país, importantes empresas que generaron excedentes de ingresos tributarios en los últimos 8 años de 24 mil millones de dólares. Solo en el año pasado tuvieron 8,4 mil millones de dólares de excedentes fiscales.


Por otro lado, esas empresas han captado importantemente la mano de obra del país. De acuerdo con información emanada de las autoridades, el 10% del mercado laboral irlandés está en empresas estadounidenses radicadas allá.


Interesante para reflexionar, pues un país que ha bajado su tasa impositiva ha logrado tener excedentes por 8 mil millones de dólares en un año ¿Cuándo es lo que se espera recaudar con nuestra reforma tributaria que hará todo lo contrario: aumentar los impuestos?


Mi reflexión me lleva a pensar que Chile, en vez de seguir el ejemplo de Irlanda, subió los impuestos de las empresas desde 10% en 1990 a 27% en 2016. Eso sí, bajó los impuestos personales (impuesto global complementario e impuesto único al trabajo) de un 55% a un 40% (con la promesa actual de subirlos).


En el mismo periodo hemos tenido reformas tributarias en un lapso de cada 4 años aproximadamente, aumentando paulatinamente las tasas y no teniendo la misma pendiente en la curva de recaudación respecto de la curva del PIB, es decir, no se ha recaudado con la misma potencia que ha crecido el país. En cambio, de acuerdo con cifras no oficiales, ha aumentado la evasión y elusión tributaria.


Si bien la economía de Irlanda está amenazada por varios factores, como la arremetida que Estados Unidos ha impulsado para que todos los países apliquen una tasa del 15% para las empresas extranjeras (muy por debajo de nuestro 35% del Impuesto Adicional) y otras medidas para evitar la “fuga” de capitales que ese país ha tenido gracias a las beneficiosas políticas fiscales irlandesas, no es menos cierto que sus políticas han generado lo que nuestras autoridades han buscado desesperadamente desde 2009: tener mayor recaudación.


La reflexión evidente, que se sustenta en la evidencia empírica, es que ese nivel de recaudación se logra con crecimiento y bajas tasas de impuestos, y no con mayores restricciones e incrementos impositivos.


¿Será realmente esa la relación?


Lo dejo para la reflexión


Prof. Germán R. Pinto Perry

Director Programas de Especialización Tributaria

Centro de Investigación y Estudios Tributarios NRC

Universidad de Santiago

europapress