Las elevadas tasas de interés que se esperan para el 2023 van a implicar que se ejecuten menos obras inmobiliarias, lo que afectará directamente los ingresos de las empresas constructoras y el empleo. Eso sí, un nuevo año, trae nuevas oportunidades, tales como implementar softwares de control de costos a bajo costo.
En tiempos de crisis hay que saber optimizar los procesos, los gastos. La retroalimentación juega otro factor clave en la eficiencia de una obra. Es por esto que la implementación de tecnologías ERP es fundamental. Los gastos que debe asumir una obra al implementar métodos formales de control de costos, tanto en personal como en software, son bajos. Cabe mencionar además que estos se recuperan al mejorar la rentabilidad del proyecto y al estar digitalizado el proceso la empresa podrá conseguir información ordenada y oportuna, logrando obras más eficientes y reducción de costos en el proceso.
Uno de los efectos indirectos de esta implementación es la tranquilidad de tener acceso a información durante todos los niveles del proceso, generando así un círculo virtuoso de mejores decisiones y obras más rentables.
Otro punto a tener en cuenta es que la falta de control dificulta el proceso, ya que un proyecto de construcción involucra gran cantidad de recursos en un corto periodo de tiempo, y hacerlo a mano o en planillas excel resulta realmente engorroso, por lo que es necesario el trabajo acompañado de algún software especializado y mano de obra calificada para lograr el éxito.
El tema administrativo es clave al momento de ejecutar la obra, es por esto que “conocer bien sus costos, obtener retroalimentación de rendimientos y precios de recursos desde la ejecución real de una obra, es vital para mejorar la rentabilidad y en especial mejorará la calidad de los presupuestos de futuros proyectos, lo que llevará a ser más eficiente en el proceso y lograr adjudicarse más obras” agregó Javier Jauregui, Gerente General de Auranet.
Además, “hoy en día una parte importante de las constructoras de Latinoamérica entiende como necesario implementar el proceso de control de costo formalmente, como parte del quehacer constructivo. Así se comprometen todas las partes involucradas en cumplir los objetivos en forma sistemática. Sin embargo, aún gran parte del mercado lo ve como algo muy difícil y distante” agregó Javier.
Los actores del rubro de la construcción coinciden en que los tiempos han cambiado y que para permanecer en el rubro, sin fracasar en el intento, es necesario sumarse a la nueva era de la digitalización, ya que para ser competitivo hay que ser parte de los cambios y modificar los procesos con miras a mejorar la eficiencia de los proyectos.