Ventas del Comercio Minorista en Valparaíso, Biobío y La Araucanía cierran 2021 con alzas históricas
En la Región de Valparaíso, las ventas reales del comercio minorista crecieron un 8% real anual en diciembre, cerrando los doce meses del año pasado con un incremento real de 37%.
En la Región del Biobío, las ventas del retail registraron un alza de 34,7% real anual en el mes de diciembre 2021, acumulando en el año un incremento de 34,9%.
Por último, en la Región de La Araucanía, la actividad comercial minorista evidenció un aumento de 77,6% real anual en el último mes del año pasado, terminando así el 2021 con un alza de 44,6%.
Bernardita Silva, gerente de Estudios de la CNC, comentó que “tras el fuerte golpe que sufrió el comercio presencial durante el 2020, producto de la pandemia y la imposibilidad de poder abrir sus puertas, o funcionar con aforos reducidos durante parte del año, el 2021 las tres regiones en estudio muestran alzas nunca vistas, incrementos que van más allá de la baja base de comparación que enfrentaban, marcando fuertes crecimientos incluso al compararnos con los resultados de 2019.”
Indicó que “distintos factores están detrás de este gran resultado: el levantamiento de las cuarentenas y apertura del comercio presencial, los retiros de las AFPs y ayudas fiscales, junto a un efecto psicológico de reactivar compras y querer salir tras meses de restricciones. La mayor liquidez fue el gran potenciador del consumo, se inyectaron poco más de US$ 80.000 millones entre retiros y ayudas fiscales, esto es cerca del 80% de lo que el retail vende en promedio en un año normal y se estima que cerca del 30% de lo inyectado fue consumido.”
Así, consignó que “es de esperar que este 2022 iremos de más a menos, el consumo aún se ha mantenido fuerte este primer trimestre, pero veremos una desaceleración en las ventas del sector hacia adelante, dada la alta base de comparación que enfrentaremos, sumado a que se acaban las ayudas fiscales, los retiros y ahorros y aún queda mucho empleo formal por recuperar. Junto a esto enfrentamos un escenario interno incierto que afecta las confianzas y las decisiones de inversión y un tenso ambiente internacional producto de la guerra entre Rusia y Ucrania. A esto se suma la preocupación por el aumento de la inflación y las mayores tasas de interés, reduciendo el poder adquisitivo de las personas.”
