El dólar cerró la jornada en Chile con una caída de $4,3 ubicándose en $927,10 lo que representa un retroceso de 0,46% respecto al cierre anterior. El movimiento bajista estuvo influido principalmente por la debilidad global del billete verde y por un mercado internacional que favoreció a las monedas emergentes.
En el mercado de materias primas, el cobre se mantuvo en torno a los USD 5 por libra, mostrando una leve caída de 0,41%, aunque sostenido por la preocupación persistente por la oferta. Más de 30 personas fallecieron recientemente en una mina semiindustrial del Congo tras el colapso de un puente, lo que abrió investigaciones sobre la participación del ejército y elevó nuevamente las alertas sobre la estabilidad productiva del sector. A esto se suma el anuncio de Freeport-McMoRan, que planea reanudar la producción en la mina Grasberg, en Indonesia, recién en julio de 2026, luego de que una inundación en septiembre obligara a detener operaciones y provocara la muerte de siete trabajadores. Estos eventos mantienen un tono de tensión moderada en el mercado del metal, a pesar del retroceso puntual del día.
Por otra parte, las presiones bajistas para el dólar global aumentaron luego de la publicación de las últimas cifras laborales en Estados Unidos. Los nonfarm payrolls mostraron la creación de 119.000 empleos en septiembre, superando ampliamente las expectativas del mercado, pero el dato vino acompañado de un incremento inesperado en la tasa de desempleo, que pasó de 4,3% a 4,4%. Este contraste debilitó al dólar, ya que sugiere una economía con señales mixtas y reduce la probabilidad de que la Reserva Federal adopte un tono más restrictivo. De hecho, tras la divulgación de las últimas minutas, el mercado ajustó las probabilidades de un recorte de tasas para diciembre desde más del 90% hace un mes a cerca del 33% actualmente. En este contexto, el Dollar Index (DXY) se estabilizó en torno a 99,8, avanzando apenas 0,06%.
La combinación de un dólar internacional más débil, un cobre estable en niveles altos y expectativas de política monetaria menos agresivas en Estados Unidos generó un escenario favorable para la apreciación del peso chileno. Esto permitió que el tipo de cambio local retomara la senda bajista y cerrara nuevamente por debajo de los $930, consolidando una sesión marcada por mayor apetito por riesgo y mejores términos de intercambio para Chile.
Felipe Sepúlveda Soto.
Analista jefe de Admirals Latinoamérica