​Fin de una era: Evergrande expulsada de la bolsa de Hong Kong

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Cristian martinez LRMCOMUNICACIONES (1)

Tal como una serie de un servicio de streaming que renueva otra temporada, Evergrande sigue escribiendo su sombría debacle en el mercado inmobiliario oriental. El pasado 25 de agosto de 2024, el que fuera uno de los mayores titanes inmobiliarios de China, fue oficialmente expulsado de la Bolsa de Hong Kong tras más de 18 meses con sus acciones congeladas, siendo esta operación una de las más significativas en la historia del mercado de ese país, representando el capítulo final de una crisis que comenzó a gestarse en 2021 y que ha generado un terremoto no solo a nivel local, sino que en el ecosistema inmobiliario mundial.


Las raíces del terremoto de Evergrande se remontan a 2020, cuando el gobierno chino implementó las famosas "tres líneas rojas", indicadores financieros que las inmobiliarias no podían sobrepasar para mantener su acceso al crédito. Este gigante inmobiliario transgredió esos límites producto de su necesidad de expansión, lo que fue generando una bomba de tiempo con fecha de estallido programado.


Y es que el modelo de negocio de Evergrande se basaba en un nivel de apalancamiento insostenible y en la venta de propiedades que aún no existían, más que en promesas. Si bien esto es una práctica que puede ser común en el mercado chino, funcionaba mientras la confianza se mantenía intacta, pero una vez que la liquidez se evaporó por las restricciones gubernamentales, la caída fue similar como un castillo de naipes.


En 2021 vinieron los primeros incumplimientos de pagos. Luego la situación se agravó, cuando se descubrió contabilidad fraudulenta que había inflado millones de dólares en ingresos, minando completamente la confianza del mercado y acelerando la fuga masiva de inversionistas.


En la actualidad, las deudas del gigante inmobiliario son superiores a los 330.000 millones de dólares, de los cuales ha logrado recuperar apenas 250 millones frente a los 45.000 millones reclamados por acreedores. Las proyecciones más optimistas estiman una recuperación máxima de 6.000 millones, dejando un agujero financiero colosal que afecta no solo a grandes inversores institucionales, sino también a miles de ciudadanos chinos que confiaron sus ahorros en la empresa.


El impacto también nos golpea. Según un informe de JP Morgan el sector inmobiliario del gigante asiático representa entre el 25% y 30% de la demanda mundial de cobre, lo que significa que países como Chile sienten directamente las ondas expansivas de esta crisis, dado que la reducción en la demanda de materias primas ha obligado a reajustar proyecciones y buscar nuevos mercados para diversificar la dependencia del mercado Chino.


La lección que nos sigue dejando el caso Evergrande es que en un mundo tan interconectado, las decisiones irresponsables pueden generar efectos que se sienten como ondas sísmicas en distintos rincones del planeta. Por eso es importante ser cautos y conscientes, recordando, al igual que como con cualquier construcción, es importante que los cimientos sean sólidos y no endebles.


Cristián Martínez

Fundador de Crece Inmobiliario, Ingeniero Comercial

Magister en Administración de Empresas de IEDE 

Master de Administración de Empresas en la Universidad de LLeida

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