BRUSELAS 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Parlamento Europeo considera que Rusia, China e Irán, junto a otros seis países, están detrás del 80 por ciento de los casos de represión de activistas y opositores fuera de sus fronteras, cada vez más en suelo europeo, según un informe aprobado este jueves que recoge que en la última década se han producido 1.200 casos en 103 países.
La Eurocámara define la represión trasnacional como los casos de "ataques y amenazas perpetrados por Estados, regímenes autoritarios y sus agentes". Este fenómeno tiene como objetivo defender y promover sus intereses "más allá de las fronteras", para "coaccionar, controlar o silenciar a disidentes, opositores políticos, periodistas, activistas, defensores de los Derechos Humanos y miembros de la diáspora", aseguran los eurodiputados.
Junto a Pekín, Moscú y Teherán, el informe también señala a socios clave de la UE como Turquía o Egipto, en una lista que incluye además a Tayikistán, Turkmenistán, Uzbekistán, Bielorrusia y Camboya. A estos países, la Eurocámara les atribuye maniobras como "asesinatos selectivos, secuestros, violencia, acoso y repatriaciones forzadas, desapariciones y expulsiones".
INCLUIR LA REPRESIÓN TRANSNACIONAL EN LOS ACUERDOS DE LA UE
Frente a esto, la Eurocámara plantea que la represión transnacional se aborde en los acuerdos de la UE con terceros países para que se haga seguimiento de las cláusulas sobre Derechos Humanos.
Asimismo, pide que los países de la UE extremen al máximo las precauciones para identificar, prevenir y abordar formas digitales de represión transnacional, incluidas las campañas de desinformación dirigidas contra defensores de los Derechos Humanos o casos de ciberespionaje.
Sobre las acciones propias de la UE, exige que utilice más su plan global de sanciones en materia de Derechos Humanos y atribuya y responsabilice más a los países detrás de estos casos de represión lejos de su territorio.