La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) ha propuesto que las ausencias laborales breves puedan justificarse mediante una autojustificación responsable del trabajador, un modelo que asegura que ya se aplica con éxito en varios países europeos, incluido Portugal.
"Convertir al trabajador en sujeto activo y responsable de su propia declaración evitaría consultas innecesarias y fortalecería la confianza en la relación médico-paciente", ha destacado el médico de familia y analista en gestión de incapacidades temporales (IT) Paulino Cubero.
Desde la semFYC señalan que la gestión de la incapacidad temporal (IT) es uno de los temas más poliédricos de la asistencia sanitaria: es una herramienta clínica y terapéutica, una garantía de estabilidad para las personas trabajadoras y un reto económico y organizativo para empresas y administraciones.
"Los médicos de familia tenemos claro que es necesario un cambio legislativo radical que establezca un modelo de IT que integre todas las necesidades, simplifique los procedimientos, optimice el uso de las tecnologías y la digitalización y asegure el mejor servicio a los trabajadores", ha señalado Cubero.
"Lo cierto es que, en materia de desburocratización de las consultas de especialistas en medicina, históricamente la gestión de las IT sobrecarga el tiempo de clínica con pacientes con motivos no sanitarios, muchas veces con procesos autolimitados y bien definidos", ha añadido.
El portavoz ha recordado que la digitalización ya ha supuesto avances importantes en este ámbito: "Los veteranos del sistema recordamos las bajas semanales por cuadriplicado. Hoy, con la receta electrónica y los sistemas informáticos compartidos, el proceso es más ágil, seguro y menos burocrático". No obstante, considera que aún hay margen para la digitalización plena del procedimiento, incorporando al propio trabajador a través de plataformas seguras y aplicaciones móviles.
CORRESPONSABILIDAD REAL ENTRE NIVELES ASISTENCIALES
Este ha sido uno de los asuntos que se ha abordado durante el Congreso de la semFYC que hasta sábado se celebra en Madrid. Otro de los puntos críticos que la semFYC ha puesto sobre la mesa es la necesidad de una gestión compartida y coordinada de la IT entre Atención Primaria y los servicios hospitalarios o de urgencias.
Cubero recuerda que el Real Decreto 625/2014 establece claramente que la baja médica debe ser emitida por el médico responsable del proceso, "sea cual sea el nivel asistencial". "Sin embargo, la administración y la inspección médica siguen rehusando trasladar esa corresponsabilidad a los médicos hospitalarios, en la creencia de que los de familia nos implicamos más en la gestión de la IT".
Desde la semFYC se considera que esta situación refleja también una falta de implicación de parte de los especialistas hospitalarios o de urgencias, que en demasiadas ocasiones delegan sistemáticamente en Atención Primaria la gestión de procesos de IT originados en su propio ámbito asistencial.
"El seguimiento administrativo de una baja no puede disociarse del seguimiento clínico del proceso que la motiva", advierte Cubero, quien añade que "no es razonable que un paciente dado de alta en el hospital tenga que acudir después al centro de salud solo para tramitar un parte que debería haber sido emitido por el equipo que le ha tratado".
La sociedad científica reclama una corresponsabilidad efectiva y no meramente teórica, que garantice la continuidad asistencial y evite la sobrecarga innecesaria del primer nivel. "La consecuencia es que se nos atribuyen tareas que no nos corresponden, mientras se nos limita el acceso a recursos diagnósticos complejos. Es una situación que ni mejora la eficiencia ni la calidad asistencial", apunta el portavoz de la semFYC.
De cara al futuro, la semFYC aboga por un modelo de gestión de la IT basado en: digitalización completa del procedimiento, incluyendo la participación del trabajador; cumplimiento de la normativa, garantizando que la baja y el alta las emita el médico responsable del proceso, en cualquier nivel asistencial; adecuación de plazos de revisión y alta según la duración teórica de cada patología; implicación de los servicios de salud laboral en la reincorporación progresiva del trabajador; clarificación del papel de las mutuas, evitando derivaciones injustificadas al sistema público, y agilización de los plazos de inspección, tanto en el INSS como en las comunidades autónomas.