El organismo dice que los damnificados "apenas logran recuperarse de una crisis cuando llega la siguiente" y pide "un enfoque integral" ante los desastres naturales
MADRID, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha cifrado este jueves en más de 1,7 millones los niños afectados por el paso del supertifón 'Fung Wong' por el noroeste de Filipinas, que ha dejado más de 25 muertos y cerca de una treintena de heridos, además de daños generalizados en hogares y escuelas y afectaciones al acceso a los servicios de salud de la infancia en 16 regiones del país asiático.
"Los niños, niñas y sus familias apenas logran recuperarse de una crisis cuando llega la siguiente, devolviéndolos al punto de partida. En un mundo donde los desastres climáticos son cada vez más frecuentes e intensos, los más vulnerables no deberían pagar el precio más alto", ha afirmado la representante de UNICEF en Filipinas, Kyungsun Kim.
El organismo ha indicado que los niños afectados por el paso del supertifón hacen frente ahora a un mayor riesgo de infecciones respiratorias agudas, enfermedades diarreicas, afectaciones a la salud mental, desnutrición e interrupciones en su aprendizaje. Además, miles de familias se han visto obligadas a trasladarse a refugios abarrotados a causa de la destrucción de sus viviendas.
A ello se suma que más de 15.000 aulas han sufrido daños de distinta gravedad y más de 900 escuelas públicas se están utilizando como refugios temporales, por lo que los menores afectados han perdido sus espacios seguros para aprender y jugar, lo que eleva además la necesidad urgente de un apoyo psicosocial y de servicios de protección infantil.
"Defendemos un enfoque integral: ofrecer apoyo vital urgente mientras impulsamos políticas climáticas centradas en la infancia, servicios sociales resilientes al clima y la movilización de financiación climática para proteger a las comunidades", ha señalado Kim, especialmente debido a que Filipinas ha sido clasificado por el Índice Mundial de Riesgo como el país más vulnerable a desastres naturales.
Por ello, UNICEF está llevando a cabo evaluaciones conjuntas con el Gobierno de Filipinas y con otros socios para determinar las necesidades más urgentes en agua, saneamiento e higiene, salud, nutrición, educación, protección y protección social. Además, está distribuyendo suministros de emergencia que ya estaban preparados en los almacenes de UNICEF en Manila y Cotabato para llegar rápidamente a las familias afectadas.
El organismo también entregará suministros nutricionales de emergencia para garantizar que los niños y niñas con desnutrición continúen recibiendo tratamiento, al tiempo que trabaja para poner en marcha una distribución de 540.000 dólares (unos 510.000 euros) en ayuda económica de emergencia a los hogares más vulnerables de Catanduanes, una de las provincias más afectadas.