En la jornada de ayer, autoridades comerciales y representantes diplomáticos de América Latina se dieron cita en Santiago para participar de un encuentro que estuvo centrado en abordar el actual proceso de reforma de la Organización Mundial de Comercio (OMC) con miras a la Conferencia Ministerial (CM14) que se realizará en marzo de 2026 en Camerún, así como se abordaron otros posibles resultados a obtener en dicha reunión ministerial.
El encuentro fue encabezado por la subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales (SUBREI), Claudia Sanhueza, y contó con la presencia del ministro Alberto van Klaveren. Participaron también los viceministros de Comercio de Costa Rica, Indiana Trejo; de Colombia, Luis Felipe Quintero; de Panamá, Astrid Ábrego; y de Perú, César Llona. Además, el director nacional de Negociaciones Económicas Multilaterales de Argentina, Pablo Obregón; el director del Departamento de Asuntos Económicos de Brasil, Felipe Hees; y el subdirector de Integración Económica Centroamericana de El Salvador, Juan Gabriel Quintero. También estuvieron presentes los embajadores en Chile de Honduras, Linda Redondo; de México, Laura Beatriz Moreno; de Paraguay, Antonio Rivas; de República Dominicana, Juan Cohen; de Uruguay, Inés Rocanova; y de Guatemala, Wendel Arriaza.
La subsecretaria Sanhueza destacó que “esta cuarta reunión es en seguimiento a las realizadas desde enero de 2024 (una presencial y dos online), con el objetivo de proporcionar una instancia para intercambiar visiones, aportar insumos y fortalecer la preparación de los países de la región latinoamericana de cara a la CM14, considerando el contexto económico internacional y los desafíos presentes a nivel global y regional”.
Por su parte, el ministro Van Klaveren señaló que “creemos que es muy importante poder desarrollar estas instancias regionales, sobre todo porque estamos viviendo un contexto complejo desde el punto de vista de lo que son las relaciones comerciales de nuestros países”. “Este ejercicio de reflexión conjunta es relevante porque nos permite identificar prioridades comunes, desafíos también compartidos y tratar de proyectar una voz latinoamericana constructiva y propositiva que pueda incidir en el futuro de la Organización Mundial de Comercio”, concluyó.