MADRID, 13 Nov. (EUROPA PRESS) - El Gobierno estadounidense ha reclamado este miércoles detener el envío de armas a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés) en medio de sus avances en el conflicto en curso en Sudán, y ha acusado al grupo paramilitar de aceptar cosas que luego "nunca cumple".
"Hay que hacer algo para detener el suministro de armas y el apoyo que recibe las RSF mientras continúa sus avances", ha declarado el secretario de Estado, Marco Rubio, desde la localidad canadiense de Niágara, donde se ha reunido con sus homólogos del G7.
El jefe de la diplomacia estadounidense ha afirmado estar "muy preocupado" al concluir, tras las tres reuniones mantenidas con los otros países del Cuarteto --Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Egipto-- que "el problema fundamental es que las RSF aceptan cosas y luego nunca las cumplen".
En esta línea, ha aseverado que el grupo armado "no tiene intención de respetar" la tregua humanitaria alcanzada hace días y ha afeado que, en relación a las "atrocidades" que se les atribuyen, "se escudan en que se trata de elementos aislados (mientras que) lo hacen de forma sistemática".
Rubio, quien ha lamentado la situación "espantosa" que enfrentan los sudaneses, ha señalado que Washington está "haciendo todo lo posible para que los países implicados se sienten a la mesa de negociaciones y se ponga fin a esto". "Tiene que acabar", ha reclamado.
Pese a ello, ha rechazado que la solución al conflicto desatado hace ya más de dos años pase por "librar una guerra donde los civiles son víctimas de violación, violencia sexual y asesinato".
Preguntado por el apoyo de las autoridades emiratíes a las RSF, el jefe de la diplomacia estadounidense ha afirmado que "sabemos" quiénes son los actores implicados en la guerra entre las paramilitares y el Ejército de Sudán y ha asegurado que se está ejerciendo presión sobre los mismos "al más alto nivel de nuestro Gobierno".
"Es evidente que (las RSF) están recibiendo asistencia externa (...) y esa asistencia no proviene solo de un país que la financia, sino también de países que permiten que su territorio se utilice para el envío y transporte de estos drones", ha agregado, si bien se ha negado a "señalar" al Gobierno emiratí, alegando que "lo que buscamos es un buen resultado".
Con todo, ha asegurado que no va a permitir que las conversaciones del Cuarteto "se conviertan en un escudo tras el cual la gente diga: estamos intentando resolverlo". "Necesitamos resultados concretos y tienen que llegar muy rápido. De lo contrario, lo que ya es una farsa va a empeorar mucho más", ha advertido.
La guerra civil de Sudán estalló a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del régimen de Omar Hasán al Bashir, ya dañado tras la asonada que derribó en 2021 al entonces primer ministro, Abdalá Hamdok.
El conflicto, marcado por la intervención de varios países en apoyo a las partes en guerra, ha sumido al país en una de las mayores crisis humanitarias a nivel mundial, con millones de desplazados y refugiados y ante la alarma internacional por la propagación de enfermedades y los daños sufridos por infraestructuras críticas, que impiden atender a cientos de miles de damnificados.