UNCTAD: "Sector portacontenedor refleja dinamismo, pero también la fragilidad de las cadenas de suministro"

|

En 2025, el comercio marítimo continúa enfrentando tensiones geopolíticas persistentes, conflictos regionales y cambios en políticas comerciales que han redirigido flujos lejos de puntos críticos tradicionales. A pesar de ello, el transporte marítimo contenedorizado ha mostrado adaptabilidad, consolidando su papel como columna vertebral de la logística global, destaca el informe “Revisión del transporte marítimo: Mantener el rumbo en aguas turbulentas”, recientemente publicado por la UNCTAD, y al cual accedió MundoMaritimo.


El comercio marítimo alcanzó 12.720 millones de toneladas en 2024, con un crecimiento de 2,2%, mientras que las toneladas-milla aumentaron 5,9%, impulsadas por rutas más largas ocasionadas por los desvíos de rutas ocasionados por el Mar Rojo y restricciones temporales en el Canal de Panamá. Según el informe de la UNCTAD: “El aumento de las ton-millas indica la creciente fragilidad y la ineficiencia de las cadenas de suministro globales, más que una señal de expansión robusta del comercio”. Esta dinámica generó mayores costos de transporte, retrasos y presión sobre las emisiones de gases de efecto invernadero.


Reimpulso del transporte marítimo contenedorizado


El comercio contenedorizado experimentó un fuerte repunte en 2024, con volúmenes creciendo más de 6%, el segundo mayor aumento entre todos los tipos de carga. Las principales rutas Este-Oeste —Transpacífico, Asia–Europa y Europa–Norteamérica— registraron incrementos de 14,7%, 10,2% y 5,2% respectivamente. La UNCTAD señala que: “En 2024, todas las principales rutas Este-Oeste registraron un sólido crecimiento”, consolidando la importancia de Asia como nodo central.


Además, rutas secundarias, como las Sur–Sur entre Asia y Latinoamérica o África, mostraron expansión significativa. Esta diversificación refleja la búsqueda de nuevos mercados y la creciente complejidad de la red logística global.


En la ruta Transpacífico, los volúmenes mostraron tres fases de inestabilidad en el inicio de 2025: primero, un repunte por anticipación al Año Nuevo Chino y posibles aumentos arancelarios; luego, una caída abrupta con la subida de tarifas; y finalmente, una recuperación parcial tras la suspensión temporal de los aranceles. La UNCTAD observa: “Los volúmenes acumulados de enero a 1 de junio permanecieron por debajo de los niveles de 2024, confirmando una contracción del comercio”.


Esta dinámica ilustra cómo la política comercial impacta directamente la planificación logística, la asignación de capacidad y la programación de rutas.


Estrategias de resiliencia


La diversificación geográfica de las rutas evidencia la estrategia de las compañías propietarias de carga para aumentar la resiliencia de sus cadenas de suministro. Según la UNCTAD: “Hay un movimiento gradual desde modelos centralizados de un solo origen hacia redes más distribuidas y multiorigen”. Aunque las rutas Este-Oeste siguen dominando, las rutas secundarias y regionales ganan relevancia estratégica, reduciendo riesgos y aumentando la resiliencia frente a cambios en la demanda y políticas comerciales.


Perspectivas para 2025


Se proyecta un crecimiento moderado de 1,4% en el volumen de contenedores y un rango de TEUs-milla de -0,4% a 2,4%. La evolución dependerá del mantenimiento de desvíos como el del Mar Rojo, principalmente; un eventual retorno a rutas más cortas reduciría costes y emisiones, pero también la demanda ajustada a distancia. La UNCTAD destaca que: “Incluso si el desvío continúa, el impacto adicional se espera que sea mínimo, ya que las rutas más largas ya están incorporadas en las operaciones”.


La presión sobre la capacidad de flota y la moderación de la demanda desde China y otros grandes países importadores sugieren un escenario de ajuste de mercado. Las navieras deberán gestionar excedentes de capacidad mientras equilibran eficiencia, optimización de rutas y continuidad de suministros.


El sector portacontenedor sigue siendo un motor central del comercio marítimo, mostrando resiliencia frente a incertidumbres económicas y políticas. La diversificación de rutas, la creciente complejidad de las cadenas de suministro y la sensibilidad a cambios en tarifas y acuerdos comerciales delinean un año 2025 de desafíos y oportunidades. La UNCTAD resume: “El transporte contenedorizado refleja tanto el dinamismo del comercio global como los límites y riesgos asociados a la fragilidad de las cadenas de suministro”. La adaptabilidad y la planificación estratégica serán determinantes para mantener eficiencia y continuidad en el comercio internacional.


europapress