El taller más antiguo de joyería de conchas de Europa Occidental ha sido desenterrado en el yacimiento paleolítico de La Roche-à-Pierrot, al norte de la ciudad francesa de Burdeos.
Con una antigüedad de al menos 42.000 años y acompañado de pigmentos rojos y amarillos, este conjunto único en Europa Occidental se ha vinculado a la cultura Chatelperroniana, que marca la transición entre los últimos neandertales y la llegada del Homo sapiens a Europa.
El descubrimiento, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, permite analizar la movilidad de las poblaciones prehistóricas y el posible contacto entre diferentes grupos humanos durante este importante período de la prehistoria, según un comunicado del CNRS, el organismo oficial de investigación francés.
Entre 55.000 y 42.000 años atrás, Europa experimentó una profunda transformación, con los últimos neandertales siendo reemplazados gradualmente por grupos de Homo sapiens que llegaron durante su migración más reciente desde África. El Châtelperroniense, una cultura prehistórica atestiguada en Francia y el norte de España durante este período, ocupa un lugar central en la investigación. Reconocida como una de las primeras industrias del Paleolítico Superior en Eurasia, la identidad de sus artesanos -neandertales u Homo sapiens- sigue siendo motivo de debate.
Durante las nuevas excavaciones en La Roche-à-Pierrot, realizadas por científicos del laboratorio De la Préhistoire à l'actual: culture, environnement et anthropologie (CNRS/Ministère de la culture/Université de Bordeaux), el equipo de investigación descubrió conchas perforadas y numerosos pigmentos atribuibles al Châtelperroniense.
La ausencia de marcas de desgaste en algunas perforaciones y la presencia de conchas sin perforar indicaban que se trataba de un auténtico taller de joyería. Los análisis revelaron que estas conchas provenían de la costa atlántica, situada en aquel entonces a unos 100 kilómetros de distancia, mientras que los pigmentos provenían de una zona a más de 40 kilómetros, lo que evidencia redes comerciales a larga distancia o una importante movilidad humana.
Otros restos encontrados en el yacimiento incluyen herramientas típicas neandertales y restos de animales de caza (bisontes, caballos), lo que pone de relieve la diversidad y complejidad de la ocupación humana en aquella época.
Estos excepcionales descubrimientos marcan el primer ejemplo documentado de una industria del Paleolítico Superior temprano y de cuentas de concha asociadas en Europa Occidental. Las joyas y los pigmentos identificados dan testimonio de la explosión de expresión simbólica durante este período, marcada por prácticas de ornamentación, diferenciación social y afirmación de la identidad, generalmente asociadas con el Homo sapiens.
También arrojan nueva luz sobre la variabilidad cultural de la época, sugiriendo que el pueblo chatelperroniano estuvo influenciado por, o incluso perteneció a, una ola temprana de Homo sapiens que llegó a la región hace al menos 42.000 años.
Ocupado por diversos grupos humanos durante casi 30.000 años, la zona del hallazgo, sigue siendo -según el CNRS- un laboratorio único para comprender la dinámica de los asentamientos prehistóricos y las interacciones entre neandertales y Homo sapiens. Desde 1976, las excavaciones en este yacimiento han seguido aportando información valiosa, en particular gracias a la revisión de colecciones antiguas y a los nuevos métodos de análisis y excavación implementados desde 2013.