Sr. Director,
El reciente reporte del MIT, "The GenAI Divide", reveló lo que observamos día a día en el sector de la consultoría tecnológica: el 75% de las empresas invierte en IA sin una estrategia clara y, por tanto, no ve retornos.
Estamos repitiendo el patrón histórico de cada revolución tecnológica: confundir las herramientas con valor. Como ocurrió con Excel en su momento o los CRM en la última década, la obsesión actual por dominar los "prompts" nos distrae del verdadero desafío. La arquitectura del valor requiere una comprensión sistémica: cómo se comportan los clientes, qué problemas cuesta realmente dinero resolver, cómo fluyen la información y el valor a través de los procesos internos. Porque el problema no es «automatizar correos electrónicos», sino, por ejemplo, «reducir el tiempo entre la intención de compra y la conversión». Mientras la IA, conforme avanza sin parar, se encargará del «cómo» (la implementación técnica), el profesional del futuro debe ser un experto en el «qué» y el «por qué». Porque los principios universales del negocio son los mismos: psicología del cliente, adquisición y retención, gestión de proyectos, estructura de equipos y liderazgo, modelos de precios y rentabilidad.
Así, los ganadores de esta era serán quienes sepan identificar y transformar necesidades complejas en soluciones elegantes, usando la tecnología (como la IA) como un medio y nunca como fin.
Fernando Roa
CEO, Agentica Systems