Ingeniería "forense" revela cómo la Iglesia Recoleta Domínica ha resistido un siglo de terremotos

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IGLESIA RECOLETA DOMINICA 02

Un estudio liderado por investigadores de Ingeniería de la Universidad Católica (UC) reveló detalles inéditos sobre la historia estructural y el desempeño sísmico de la Iglesia Recoleta Domínica, un monumento nacional construido entre 1853 y 1882 en el reconocido barrio La Chimba.


A través de un estudio que integró ingeniería estructural, historia, arqueología y arquitectura, el equipo logró reconstruir cómo este edificio patrimonial ha resistido más de un siglo de terremotos. Esto se debe a una intervención pionera con hormigón armado realizada entre los años 1927 y 1930, cuando Chile carecía de normativa antisísmica.


“Esta investigación fue un ejercicio de ingeniería forense, porque nos permitió reconstruir la historia estructural de la iglesia a partir de planos históricos, documentos de antiguas intervenciones, técnicas geofísicas y modelación estructural avanzada”, compartió el profesor Cristián Sandoval.


El trabajo llevado a cabo por el académico de Ingeniería Estructural y Geotécnica UC junto a varios investigadores, tuvo como objetivo entender qué decisiones constructivas y estructurales permitieron que este templo haya resistido terremotos por más de cien años, y qué riesgos enfrenta actualmente.


“El estudio nos ayudó a comprender el comportamiento sísmico de esta iglesia y evaluar el impacto de sus refuerzos estructurales históricos, que hoy generan debate en el ámbito de la conservación patrimonial”, precisó Sandoval, quien además integra el Centro de Innovación del Hormigón UC.


Para obtener dicha información sin dañar la estructura, los investigadores recurrieron a tecnología de "ensayos no destructivos". Por ejemplo, un escáner láser capturó con precisión milimétrica la geometría completa del edificio, mientras que el registro de drones ayudó a modelar las cúpulas y techumbres.


Los datos obtenidos revelaron una estrategia de refuerzo estructural pionera para la época, como cadenas y vigas de hormigón armado insertadas en puntos clave, que hoy representan apenas el 13% del volumen total del edificio, pero que han sido fundamentales para su desempeño sísmico.


“Es llamativo que una intervención de tal magnitud conceptual, pero tan limitada en volumen, haya sido tan efectiva. Esto demuestra que la decisión de usar hormigón armado fue visionaria y probablemente la razón de que la iglesia siga en pie tras décadas de terremotos”, destacó por su parte Rolando Alvarado.


El investigador del grupo de trabajo UC añadió que los resultados mostraron que antes de la intervención con hormigón armado, gran parte de la iglesia no habría cumplido con los estándares mínimos de seguridad que exige hoy la norma chilena. Sin embargo, con estos refuerzos alcanzó un buen nivel de seguridad.


Uno de los hallazgos más sorprendentes fue el sistema de ensamblaje de las columnas de mármol, compuestas por bloques de hasta 12 metros de altura. Los investigadores descubrieron que estaban unidas por anclajes metálicos radiales que las convierten en piezas monolíticas capaces de resistir sismos.


“Este sistema de ensamblaje, diseñado hace más de cien años sin códigos estructurales modernos, es una muestra extraordinaria de intuición constructiva. No solo es estéticamente notable, también es ingenierilmente brillante”, adelantó Alvarado.


La investigación también documentó tres grandes fases de intervención a lo largo del tiempo, que ayudan a comprender cómo la iglesia continúa en pie. Además, el trabajo aporta información valiosa para futuros proyectos de conservación.


europapress