La tasa de inflación interanual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se situó el pasado mes de julio en el 4,1%, una décima menos que lo registrado en junio.
La OCDE ha indicado que, en el séptimo mes del año, el coste de los alimentos cayó una décima, hasta el 4,5%, mientras que la factura energética se encareció un 0,3%, seis décimas menos que en junio.
Así, al excluir del cálculo el impacto del precio de los víveres y la energía, la tasa de inflación subyacente retrocedió en julio al 4,4%, una décima menos.
Entre los países de la OCDE, el dato de inflación disminuyó en 12 de los 38 miembros del 'think tank' de las economías avanzadas, aumentó en diez y se mantuvo estable o prácticamente estable en 16.
En cuanto a la eurozona, el IPC armonizado permaneció en julio en el 2% por segundo mes consecutivo, al tiempo que la media del G7 se mantuvo invariable en el 2,6%.