Quimeras políticas

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Luis Riveros (columnista)Se logró un acuerdo entre (parte de) la oposición y el gobierno sobre una reforma al sistema de pensiones. A lo largo de los años, esta materia ha deambulado entre distintas comisiones y se han enarbolado innumerables propuestas que, en definitiva, no se han consolidado en una reforma por su falta de consistencia técnica. La de ahora está fuertemente influenciada por la insatisfacción con las AFPs como mecanismos canalizadores del ahorro previsional, aunque sin proponerse mejorar el sistema cuya gestión ha resultado, sin embargo, en una alta rentabilidad en todos los últimos años. Como sabemos, el problema de las bajas pensiones se asocia a las reducidas tasas de ahorro previsional junto con los bajos salarios y la inestabilidad del empleo. Algunos han mencionado que con tasas de ahorro menores a 20% de los salarios es muy difícil pensar en un sistema que produzca pensiones más cercanas a las remuneraciones existentes. Sin embargo, a raíz del reciente acuerdo y sus anuncios, han emanado dos expectativas peligrosas por el utópico mensaje que lleva a la sufrida masa pensionada. Primero, que la gestión de parte del ahorro previsional encargado a un nuevo organismo estatal creará mejores condiciones para el retiro. La verdad es que esto ha sido sólo un acuerdo político, sin razones fundamentadas para pronosticar que la gestión pública será mejor a la gestión privada de los recursos, aún con las mismas reglas vigentes. Una segunda expectativa es que, a partir de esta reforma ya instaurada el año 2020, habrá una mejora significativa del monto de pensiones. Aunque esto se afianza en la mayor disposición de recursos para el llamado “pilar solidario”, los montos no son de una naturaleza tan fundamental como para que ocurra un “arreglo” sustancial. De hecho, como se sabe, el país decidió colocar su prioridad en la gratuidad de la educación superior, y en la no reducción (ha habido incluso aumento) de los costos asociados a la propia gestión del Estado. Entonces, hay que decirle la verdad al país: no habrá una mejora sustantiva de pensiones ni en el corto ni en el largo plazo, a menos que se eleve la tasa de ahorro previsional y se aumente decididamente el “pilar solidario” vía reducción del gasto fiscal en otros ámbitos. Lo otro, es sostener una quimera conducente a otra desilusión.


Prof. Luis A. Riveros

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