MADRID 4 Dic. (EUROPA PRESS) - El Gobierno de Reino Unido ha sancionado al servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas de Rusia (GRU) por su responsabilidad en la muerte de la británica Dawn Sturgess en julio de 2018 con la sustancia tóxica Novichok, en una operación achacada a Moscú que tenÃa como objetivo envenenar al exespÃa ruso Sergei Skripal.
Las sanciones llegan tras publicarse el contenido de una investigación sobre los hechos que rodearon a la muerte de Sturgess, quien de manera accidental habrÃa estado en contacto con esta sustancia con la que se intentó envenenar al antiguo espÃa ruso y a su hija Yulia Skripal, en Salisbury en 2018.
El primer ministro británico, Keir Starmer, ha recordado que aquellos hechos no solo "conmocionaron a toda la nación", sino que además vuelven a demostrar "el desprecio del Kremlin por las vidas inocentes".
"La innecesaria muerte de Dawn fue una tragedia y será para siempre un recordatorio de la temeraria agresión rusa", ha rememorado el primer ministro británico, en un comunicado de Downing Street.
Las sanciones incluyen a ocho oficiales que forman parte de la división cibernética de la agencia y que habrÃan operado en contra de Yulia Skripal cinco años del intento del envenenamiento, asà como a otros tres agentes por su relación con algunos de los últimos ataques contra instalaciones civiles en Ucrania.
El Gobierno británico también ha anunciado que se ha citado al embajador ruso en Londres en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores para mostrarle el malestar por los resultados de la investigación sobre la muerte de Sturgess por culpa del "uso imprudente" de un agente nervioso de carácter militar en suelo británico.
"El uso de Novichok en Salisbury fue un ataque no sólo contra un grupo de personas, sino contra nuestro paÃs y nuestros valores. Demostró el total desprecio del Estado ruso por la vida humana y el Derecho Internacional", ha protestado la ministra del Interior de Reino Unido, Shabana Mahmood.