Autonomía de la IA, Web 4.0, hiperconectividad y computación cuántica: factores que marcarán la ciberseguridad en 2026

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La combinación de IA autónoma con la llegada de la Web 4.0, el avance de la computación cuántica, la automatización masiva y los ecosistemas hiperconectados, son algunos de los factores que marcarán la ciberseguridad en 2026 y transformarán por completo la resiliencia digital en un futuro próximo.



Así se desprende del informe de predicciones de seguridad para 2026 elaborado por la firma de ciberseguridad Check Point Software Technologies, que anticipa un año de "transformaciones profundas" en la seguridad digital, marcado por 13 predicciones clave que cambiarán el panorama durante el próximo año.



Este cambio estará impulsado, en parte, por la era de la IA agentiva en la que, según la compañía de ciberseguridad, los sistemas autónomos asumirán el control operativo gracias a los recientes avances en esta tecnología. Es decir, "la IA pasará de asistir a actuar".



Se prevé los agentes autónomos de IA avancen hasta llevar a cabo todo tipo de tareas por sí mismos, desde gestionar presupuestos a optimizar líneas de producción, tomar decisiones logísticas y ejecutar tareas críticas sin intervención humana directa.



En este sentido, el principal riesgo al que se enfrentarán las empresas es la autonomía de esta tecnología sin supervisión, que puede conllevar tanto a fallos de seguridad como decisiones incorrectas. Por ello, Check Point ha subrayado la importancia de que las organizaciones implementen guardarrailes, realicen auditorías continuas y lleven la trazabilidad completa de cada decisión automatizada.



Igualmente, el informe también detalla cómo el próximo año será cuando se sienten las bases de la Web 4.0 y la infraestructura inmersiva, donde la computación espacial, la realidad extendida y los gemelos digitales, serán los protagonistas.



Como apunta la compañía, esta tecnología permitirá desde modelar ciudades y plantas industriales hasta campus corporativos en tiempo real. Sin embargo, también cuenta con desafíos como garantizar la interoperabilidad de los servicios y la dificultad de mantener la seguridad unificada entre capas físicas, virtuales y de realidad extendida.



IA PARA IMPULSAR LA CIBERSEGURIDAD Y COMO VECTOR DE ATAQUE


En las predicciones de ciberseguridad para el próximo año continúa destacando la IA como tecnología que no solo acelerará la detección de actividad maliciosa, sino que también coordinará la toma de decisiones dentro de los equipos de seguridad.



Sin embargo, la IA también continuará utilizándose como herramienta para impulsar actividades maliciosas en 2026, como los Deepfakes y fraudes conversacionales mediante la suplantación de voz, vídeo y chat. Está previsto que esta tecnología avanzará las suplantaciones "a niveles nunca vistos", para cuestiones como autorizar pagos o solicitar accesos privilegiados. Es por ello que las empresas deberán validar el comportamiento, contexto y los patrones de interacción como elementos de autenticidad.



Además, los modelos de IA se convertirán en la base de los nuevos ataques 'zero-days'. Concretamente surgirán amenazas nativas de modelos grandes de lenguaje (LLM), con inyección de prompts y envenenamiento de datos.



Es decir, como han explicado desde Check Point, se prevé que se extienda la práctica de manipular contenido, documentos o bases de datos para alterar el comportamiento de un modelo. Como consecuencia, "la integridad del ciclo de vida de los modelos será crítica", para lo que será relevante proteger la gobernanza de los datos y la validación en tiempo real.



'RANSOMWARE' SIN CIFRADO Y MANIPULACIÓN DE IDENTIDADES


De cara al próximo año, también se prevé una tendencia en la que los ciberdelincuentes abandonarán el chantaje por cifrado para centrarse en extorsión basada en "filtraciones, presión mediática y manipulación regulatoria". Por tanto, las organizaciones necesitarán planes de respuesta que integren una estrategia legal, así como un sistema de comunicación y verificación de la información robada que actúe con rapidez.



Siguiendo esta línea, la compañía de ciberseguridad prevé igualmente una evolución en los ataques de acceso inicial. Según ha matizado, los dispositivos en el perímetro del hogar e instalaciones como los routers o cámaras serán ahora "objetivos prioritarios".



Esto se debe a que los actores maliciosos apostarán por lanzar ataques de ingeniería social "totalmente adaptativos" mediante IA, capaces de imitar estilos, voces y patrones digitales haciéndose pasar por usuarios, aprovechándose de estos dispositivos.



REGULACIÓN Y USO RESPONSABLE DE LA IA


Por otra parte, el informe también detalla que, tras dos años de adopción intensiva de la IA por parte de las empresas, las compañías se enfrentan actualmente a riesgos como el uso de sistemas sin gobernanza, APIs expuestas y fugas derivadas de prácticas 'Shadow AI'. Sin embargo, durante el próximo año, se prevé que emerjan marcos formales de auditoría, así como "transparencia y robustez" para evaluar IA en entornos corporativos.



En este sentido, la regulación relativa a la IA también se endurecerá, con normativas como NIS2, el AI Act o las reglas de divulgación de incidentes de la SEC, que requerirán resiliencia de las empresas "demostrable y continua".



AUGE DE LA CUÁNTICA Y RIESGOS EN LA CADENA DE SUMINISTRO


Otra de las predicciones para 2026 está relacionada con el denominado "sprint cuántico". Esto se debe a que, aunque los ordenadores cuánticos capaces de romper cifrados "aún están en desarrollo", los ciberdelincuentes ya emplean estrategias 'harvest now, decrypt later' (recoge ahora, descifra después).



Frente a este marco, las organizaciones deberán "inventariar su criptografía, adoptar algoritmos post-cuánticos estandarizados por NIST y planificar migraciones progresivas", ha asegurado Check Point.



Además de todo ello, la firma de ciberseguridad ha subrayado los riesgos en las cadenas de suministro, que se enfrentan a una exposición masiva y redes autónomas. Respecto a la exposición masiva, Check Point advierte sobre la dependencia de proveedores, APIs y servicios cloud que convertirán cada conexión en "un posible vector".



Por su parte, en cuanto a las redes autónomas, se debe tener en cuenta que, aunque permitirán analizar relaciones, dependencias y cumplimiento en tiempo real en las cadenas de suministro, también amplificarán los impactos de cualquier brecha. Como consecuencia, la visibilidad deberá "extenderse al cuarto nivel", esto es, los proveedores del proveedor.



GOBERNAR EL RIESGO Y REFORZAR LA RESILIENCIA DIGITAL


Para ayudar a las empresas a enfrentarse a estos retos, desde Check Point han subrayado algunos principios fundamentales que permitirán que las empresas aprendan a "gobernar el riesgo y reforzar su resiliencia digital".



Así, recomienda adoptar un enfoque de 'Prevención primero', en el que las organizaciones anticipen y bloqueen los ataques antes de que se produzcan. Igualmente, también ha subrayado la importancia de utilizar la IA de forma responsable para "adelantarse a amenazas autónomas cada vez más sofisticadas".



Otro punto relevante es proteger el tejido corporativo, teniendo en cuenta la seguridad de cada dispositivo, flujo de datos y servicio en la nube. Además, se ha de unificar la visibilidad, análisis y control en toda la organización para mejorar la toma de decisiones.



Teniendo en cuenta todo ello, Check Point propone a las empresas un plan de acción basado en crear un Consejo de Gobernanza de IA que supervise la adopción de sistemas autónomos, lanzar un piloto de gemelo digital, iniciar un inventario criptográfico post-cuántico (PQC), adoptar soluciones de seguridad predictiva con IA, evaluar continuamente a los proveedores y formar a los equipos para lograr una colaboración eficaz entre las personas y los sistemas inteligentes.




europapress