BRUSELAS, 28 Nov. (EUROPA PRESS) - El primer ministro de Bélgica, Bart de Wever, ha arremetido de nuevo contra la propuesta de la Comisión Europea de usar los activos rusos congelados para financiar a Ucrania y avisado en una dura carta a la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, de que no sólo "violaría" el Derecho internacional sino que también podría obstaculizar los esfuerzos para un acuerdo de paz.
Pese a las críticas belgas, el Ejecutivo comunitario ha confirmado este viernes que sigue adelante con la preparación de la base legal de su propuesta, que será presentada formalmente a las capitales "en los próximos días", según ha dicho la portavoz de Von der Leyen, Paula Pinho, en una rueda de prensa en Bruselas.
Uno de los problemas en el que insiste De Wever es la falta de una propuesta legal clara que resuelva cómo va a sostener la UE que el uso de activos rusos congelados no es una confiscación y que dé garantías a Bélgica de que el resto de países del bloque responderán solidariamente si en el futuro este país debe responder por la acción ante los tribunales.
El texto del líder ultranacionalista flamenco, adelantado por el diario Financial Times, alerta de que avanzar de forma apresurada para recurrir a los activos rusos podría acarrear "como daño colateral" que se "impidiera efectivamente" el éxito de un eventual acuerdo de paz.
También ve en la propuesta un plan que "no sólo violaría un principio fundamental del Derecho internacional, sino que crearía igualmente incertidumbre adicional en los mercados internacionales", al tiempo de que insiste en que aunque Bruselas niegue que se trate de una confiscación ilegal, "otros lo verán de manera diferente y actuarán en consecuencia". Por ello, el mandatario belga aboga por un préstamo común que "sería menos costoso si se tienen en cuenta todos los riesgos" posteriores.
Pinho ha confirmado la recepción de la misiva de De Wever y evitado entrar en detalles ni responder a la advertencia de que la propuesta pueda hacer descarrilar un eventual acuerdo de paz, pero ha asegurado que la Comisión está en estrecho contacto con todos los Estados miembro, incluido Bélgica, para asegurar que se abordan "todas las preocupaciones" y ello, "de forma satisfactoria para que todos puedan sentirse seguro y cómodo" con la solución que finalmente salga adelante.
Hace apenas diez días, Von der Leyen envió a los gobiernos un primer documento con las claves de las tres opciones que baraja Bruselas para financiar las necesidades urgentes de Ucrania para los próximos dos años. El objetivo es que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE allanen el acuerdo en la cumbre de diciembre, pero Bruselas tampoco ha aclarado por el momento si su propuesta necesitará la unanimidad de los países o bastará el apoyo de una mayoria cualificada.
En el documento a los líderes, la conservadora alemana defiende su idea de utilizar la liquidez obtenida por los activos soberanos rusos congelados en Euroclear --cuya sede está en Bélgica y por ello De Wever teme las consecuencias para su país-- para financiar un préstamo de reparación de hasta 140.000 millones, que Kiev sólo tendría que devolver si una vez concluida la guerra Rusia compensara financieramente a Ucrania por la destrucción.
La propuesta de Bruselas ofrece como alternativas que los Estados miembro otorguen directamente subvenciones bilaterales a Ucrania o que la UE acuda a los mercados para financiar con deuda conjunta una ayuda de 90.000 millones de euros. Von der Leyen, además, avisa de que las tres posibilidades no son excluyentes y pueden combinarse.