El seminario que reunió a los líderes de la banca, construcción, comercio, agricultura, turismo, minería e industrial, los gremios coincidieron en que Chile enfrenta un 2026 de bajo dinamismo y mayor incertidumbre.
La Cámara de Comercio de Santiago (CCS) realizó la 15° edición del seminario “Proyecciones Económicas y Sectoriales: Por un Chile en equilibrio, desafíos económicos 2026”, encuentro presidido por su presidenta, María Teresa Vial, y que reunió a los representantes de los siete principales sectores productivos del país.
Los participantes presentaron su balance 2025 y entregaron sus proyecciones para 2026, considerando el inicio de una nueva administración y el escenario previo a la segunda vuelta presidencial. La instancia también incorporó un análisis de coyuntura a cargo de Osvaldo Rosales, asesor económico del comando de Jara.
El encuentro contó con la participación de ABIF, CChC, SNA, ACHET, Sofofa, Sonami y la CCS, quienes coincidieron en que 2026 estará marcado por un escenario de bajo crecimiento, presiones internas y externas, y la necesidad de avanzar con decisión en la reactivación de la inversión y en la modernización institucional.
Durante la apertura, la presidenta de la CCS, María Teresa Vial, sostuvo que “el país enfrenta un 2026 complejo, marcado por un bajo crecimiento potencial y presiones tanto internas como externas que requieren acciones decisivas. Necesitamos racionalizar la agenda regulatoria laboral, enfrentar decididamente la informalidad y el comercio ilegal, y ser protagonistas —no espectadores— de la revolución económica que ocurre frente a nuestros ojos. Solo con un entorno de mayor certeza y un impulso decidido a la productividad podremos volver a hablar de crecimientos potenciales del 4% al 6% y reabriendo la conversación país sobre el pleno empleo”.
Un 2025 de mejoras parciales, pero aún lejos del potencial
Comercio
El gerente de estudios de la CCS, George Lever, explicó que 2025 ha sido un año mejor de lo previsto para el sector, impulsado por el fuerte aumento del turismo de compras en el primer semestre, la sólida recuperación del e-commerce y un renovado dinamismo en la demanda de bienes durables. Si bien anticipa una moderación hacia fin de año, asegura que el sector proyecta un crecimiento cercano al 4,6% en las ventas minoristas y del 5,5% en el PIB sectorial.
De cara a 2026, Lever advirtió que el sector enfrentará señales mixtas: “Por una lado se profundiza la debilidad del mercado laboral, muy afectado por el exceso de regulaciones que encarecen los costos de contratación, junto con la preocupación por el avance del comercio ilegal y sus encadenamientos con el crimen organizado. Desde lo positivo, la convergencia inflacionaria fortalecerá el poder adquisitivo, facilitando la reducción en las tasas de interés y el acceso al crédito, además de un e-commerce que seguirá creciendo a dos dígitos. Con estos factores, proyectamos un avance del 3% en las ventas minoristas para 2026, en línea con los actuales niveles de crecimiento potencial del sector”, señaló.
Agricultura
El líder del departamento de estudios de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Francisco Gana, explicó que el año 2025 fue complejo para el agro, especialmente para los rubros de vinos y cultivos tradicionales. En contraste, el sector frutícola registró un aumento en cajas exportadas, aunque con precios menores que la temporada anterior, lo que modera su impacto en el PIB. Además, destacó que la buena disponibilidad hídrica, la ausencia de eventos climáticos severos y una situación laboral manejable permitirán cerrar 2025 con un crecimiento cercano al 4%, impulsado por frutas, hortalizas y el sector pecuario.
Para el próximo año, Gana anticipó que persistirán desafíos para los rubros de cultivos tradicionales y vinos. “En el segmento frutícola, las cerezas y la uva de mesa enfrentarán un escenario particularmente exigente. Por su parte, el sector pecuario muestra mayor robustez y se perfila como el principal motor de crecimiento del agro el próximo año. Bajo este escenario, y siempre que no se registren eventos climáticos o sanitarios adversos de importancia, se proyecta que el PIB del sector agrícola crezca en torno al 2 % durante 2026”, agregó.
Turismo
Desde la Asociación Chilena de Empresas de Turismo (ACHET), la gerente general, Lorena Arriagada, mencionó que los desafíos del país son transversales a todos los sectores: “No basta con que la economía crezca en torno al 2% - 2,7% como proyecta el Banco Central; necesitamos que ese crecimiento se traduzca en un clima país que de certezas, reduzca de inseguridad y permita a los distintos sectores —incluido el turismo— avanzar con confianza, en sus autoridades y su sistema institucional”.
En el turismo se proyecta un cierre con más de 5,6 millones de turistas receptivos y un alza en pernoctaciones y viajes internos, pero con un estancamiento en la salida de chilenos al extranjero. En este punto, Arriagada reconoció que hoy en día el país enfrenta brechas que, de no abordarse, limitarán el potencial de un sector que aporta crecimiento, empleo y competitividad. “Necesitamos avanzar en conectividad y modernizar la gestión de las áreas protegidas, lograr aumentar el presupuesto de promoción internacional, lo cual hasta el momento es incierto. El turismo puede crecer entre 4% y 4,5% en 2026, por sobre el promedio país, pero ese dinamismo requiere políticas públicas consistentes, una mirada estratégica de largo plazo y sobre todo un Gobierno y Estado que se la juegue por este sector”, explicó.
Construcción
Nicolás León, gerente de estudios y Políticas Públicas de la Cámara Chilena de Construcción (CChC), proyectó que en 2026, la inversión en infraestructura crecerá un 4,6%, explicado por desempeño desigual entre la infraestructura pública y productiva. En el caso de la pública, la variación esperada es de un -6,0%, mientras que en la productiva, asciende a un 12,5%, dado mayormente por un buen desempeño de la infraestructura privada (14,9%).
En tanto, la inversión en vivienda crecería un 3,7%, explicado por un aumento en la inversión de la vivienda pública (11%) y una variación de 0,5% en la inversión en vivienda privada. Finalmente, la inversión en construcción aumentaría entre un 3,3% y un 5,3%.
“Las cifras que presentamos hoy confirman el inicio de un nuevo ciclo de crecimiento en la inversión en construcción, liderado por infraestructura y especialmente por proyectos mineros y energéticos, con una dinámica sólida en el corto y mediano plazo. Para que este ciclo se consolide y se prolongue, es indispensable seguir avanzando con decisión en la agilización de la permisología —valoramos la reciente ley que reduce los plazos de autorizaciones sectoriales— y acelerar la modernización de la tramitación ambiental y arqueológica”, explicó León.
Banca
La Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF), destacó que las proyecciones de la banca para el próximo año podría crecer.
“El crecimiento real anual de las colocaciones podrían alcanzar el 2,5% en 2026, impulsado por una mejora gradual de la actividad económica y por mejores condiciones de financiamiento. Respecto al subsidio al dividendo, implementado durante el primer semestre de 2025, los resultados del programa demuestran que cuando existen herramientas bien diseñadas, miles de familias pueden acceder de forma más segura al financiamiento habitacional. Las más de 22 mil solicitudes aprobadas comprueban que este instrumento está ampliando oportunidades y dinamizando la industria inmobiliaria en un momento clave para la reactivación económica”, mencionó el gerente de estudios de la ABIF, Matías Bernier.
Minería
El economista de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Gustavo Pinto, señaló que los recientes eventos operacionales y los desafíos estructurales vinculados a la tramitación de permisos han tensionado la oferta de cobre en un contexto de demanda sólida, impulsada tanto por factores económicos como por la transición energética. Aunque la producción mostró avances en la primera mitad de 2025, diversas dificultades moderaron ese impulso. De cara a 2026, el gremio anticipa una recuperación gradual, sostenida por la normalización operativa y por inversiones ya en marcha.
En materia laboral, Pinto destacó que: “El empleo minero ha seguido creciendo y bordea los 306 mil trabajadores, una tendencia que debería reforzarse con el mejor escenario de precios. No obstante, la inversión futura enfrenta riesgos importantes por la finalización de proyectos y los retrasos en permisos, elementos que podrían restringir el desarrollo de nuevas iniciativas en el corto y mediano plazo”.
Industrial
Desde la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), el director de Políticas Públicas, Rodrigo Mujica, anticipó que el PIB 2025 cerrará con una expansión cercana al 2,4%, mientras que la industria manufacturera crecerá en torno al 3% tanto este año como en 2026. Señaló que la economía chilena continúa operando por debajo de su potencial y que recuperar ritmos cercanos al 4% requiere una agenda que promueva inversión, agilice permisos, impulse exportaciones y refuerce la seguridad. A nivel sectorial, se espera un crecimiento homogéneo dentro de la manufactura, liderado por rubros vinculados a inversión pública y exportación de bienes.
De cara a 2026, Mujica anticipa que podrían darse mejores condiciones financieras, con un acceso al crédito más favorable gracias a una mayor entrada neta de capitales. Aunque el escenario internacional seguirá marcado por tensiones comerciales y ajustes arancelarios, en Chile este factor se moderaría por un clima político más predecible y por la recuperación de las expectativas empresariales. A ello se suma que una agenda que agilice la evaluación y aprobación de permisos será clave para dinamizar la inversión y el empleo, aunque sus efectos se verán con más claridad en el mediano plazo.
“Si Chile quiere recuperar ritmos de expansión cercanos al 4%, es imprescindible avanzar en una agenda de reformas que incluya un sistema tributario que promueva el ahorro y la inversión, un proceso de permisos más ágil y predecible, un renovado impulso exportador, la puesta en valor de nuestras ventajas comparativas ante la nueva economía, y una agenda de seguridad que permita que los proyectos y las personas se desarrollen con certeza y estabilidad”, explicó Mujica.