Datadope ha presentado su hoja de ruta para sumar la predicción y la resolución automatizada de incidentes a la observabilidad proactiva, uniendo métricas técnicas con KPIs de negocio a las operaciones en entornos TIC.
Unir observabilidad avanzada con indicadores de negocio mediante un modelo de código abierto que evita la dependencia tecnológica del cliente y prioriza el valor percibido es la propuesta de valor y el enfoque diferencial que este martes ha dado conocer Datadope.
La compañía española recoge este enfoque en la suite IOMETRICS, que ofrece una observabilidad única y en tiempo real de las infraestructuras y aplicaciones, con la que mejora el tiempo de resolución de incidencias hasta en un 80 por ciento reduciendo los costes operativos en un 30 por ciento.
También emplea las sondas sintéticas para vigilar proactivamente la experiencia digital, con capacidad para mejorar la disponibilidad y el rendimiento del sitio web hasta en un 80 por ciento; y el 'software' orientado a evaluar y mejorar la percepción del servicio de conectividad fija, móvil y de WiFi por parte de los operadores de Telecomunicaciones.
Todo ello traduciendo métricas técnicas en KPIs de negocio, según ha explicado la compañía tecnológica, que asegura, además, que en sectores críticos como el financiero, donde una caída de una hora puede suponer pérdidas de más de medio millón de euros, su suite IOMETRICS ayuda a mitigar este impacto.
Asimismo, Datadope está desarrollando una solución con agentes de inteligencia artificial (IA) para automatizar partes del ciclo de detección, diagnóstico y resolución de incidencias en entornos TIC, como evolución natural de su estrategia.
La compañía también está estudiando propuestas de valor de diferentes Venture Capitals para incorporarlos a finales de 2026. Como ha explicado, su objetivo es consolidarse como una de las empresas europeas de referencia en el ámbito de la observabilidad inteligente y la IA aplicada a las Operaciones TIC.
La tecnológica, además, ha hecho una radiografía del sector, al que sitúa en un punto de inflexión marcado por la explosión de datos, la distribución de sistemas y la integración de capacidades de IA en Operaciones.
La incipiente necesidad de las empresas de pasar de una gestión reactiva a otra predictiva y automatizada subraya la importancia de contar con herramientas que permitan detectar, diagnosticar y resolver incidencias antes de que impacten en el negocio.